La ‘slow fashion’ está en auge. El consumidor no solo se fija en la parte estética de la ropa, sino que va más allá. El cómo y dónde se fabrica la ropa también importa.
El futuro es sostenible, pero todavía queda mucho por hacer. Esta fue la clave más repetida a lo largo de Re-Barcelona, que celebró su primera edición del 29 al 30 de noviembre en la capital catalana. Más de treinta participantes debatieron durante la jornada sobre cómo abordar la sostenibilidad y la circularidad, desde la industria a la distribución.
El congreso, organizado por Moda Sostenible Barcelona e impulsado por el Ayuntamiento de la ciudad, dio el pistoletazo de salida de la mano de Marie-Claire Daveu, directora de sostenibilidad de Kering. La ejecutiva incidió en el papel estratégico de la sostenibilidad dentro del gigante francés propietario de Gucci y recalcó en la necesidad de que todo el sector aborde este cambio.
“Si queremos sobrevivir como humanidad, empujar juntos es una responsabilidad compartida, no hay magia”
La industria de la moda ha dejado de funcionar con un objetivo exclusivamente estético. Lo que hay detrás de cada prenda que lucimos en nuestro día a día cada vez importa más, pese a que las grandes de franquicias de la conocida como fast fashion no tengan, aparentemente, competencia.
El impacto medioambiental que supone fabricar una camiseta, las condiciones en las que trabajan personas que se encargan de confeccionar la ropa o el país de donde procede cada una de las prendas influye, cada vez más, en la decisión del consumidor a la hora de comprar en una u otra tienda.
La moda ya no solo significa estar guapa, tener estilo o vestir las últimas tendencias. En el siglo XXI, la cuestión va más allá. Se trata de comprar con una serie de principios, de ver lo que hay detrás de lo que vestimos. Por eso, cada vez son más las firmas que surgen dentro del ámbito moda ética o sostenible. Por lo general, son marcas que fabrican en España o, al menos, en Europa, que cuidan el medioambiente en su proceso y, ante todo, cuidan que las condiciones de trabajo sean lo más óptimas posibles.