La Comisión Europea ha adoptado dos nuevas estrategias para trabajar conjuntamente hacia un futuro competitivo y sostenible. Su objetivo es fortalecer la resistencia de nuestras sociedades a futuras pandemias y amenazas como los impactos climáticos,
En línea con el Pacto Verde Europeo, la Comisión Europa ha propuesto la ‘Estrategia integral de biodiversidad para devolver la naturaleza a nuestras vidas‘ y la ‘Estrategia de la granja a la mesa para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente‘.
Con ella, la institución comunitaria propone uan serie de acciones y compromisos ambiciosos por parte de la UE para frenar la pérdida de biodiversidad en Europa y en todo el mundo. Su objetivo, transformar nuestros sistemas alimentarios en estándares globales para la sostenibilidad competitiva, la protección de la salud humana y mundial, así como el sustento de todos los actores en la cadena de valor alimentaria.
En las últimas décadas, la alteración do los ecosistemas naturales, ha provocando una mayor pérdida de biodiversidad y el derrumbe de las barreras naturales que protegen nuestra especie y al conjunto de formas de vida. La alteración de las áreas de distribución de especies, por ejemplo, está facilitando la transmisión de patógenos y, por tanto, un mayor riesgo de aparición de pandemias.
Estrategia de Biodiversidad
La nueva Estrategia de Biodiversidad aborda los impulsores clave de la pérdida de biodiversidad, como el uso no sostenible de la tierra y el mar, la sobreexplotación de los recursos naturales, la contaminación y las especies exóticas invasoras.
La estrategia es un elemento central del plan de recuperación de la UE para prevenir y desarrollar la resiliencia ante brotes futuros y proporcionar oportunidades comerciales y de inversión inmediatas para restaurar la economía de la UE. También tiene como objetivo hacer que las consideraciones sobre biodiversidad sean una parte integral de la estrategia general de crecimiento económico de la UE.
La estrategia propone, entre otras cosas, establecer objetivos vinculantes para restaurar los ecosistemas y ríos dañados, mejorar la salud de los hábitats y especies protegidas de la UE, reducir la contaminación, ecologizar nuestras ciudades, mejorar la agricultura orgánica y otras prácticas agrícolas respetuosas con la biodiversidad, y mejorar la salud de los bosques europeos.
La estrategia presenta pasos concretos para poner la biodiversidad de Europa en el camino hacia la recuperación para 2030, incluida la transformación de al menos el 30% de las tierras y mares de Europa en áreas protegidas administradas de manera efectiva y la recuperación de al menos el 10% del área agrícola bajo características de paisaje de alta diversidad.
Las acciones previstas en la protección de la naturaleza, el uso sostenible y la restauración traerán beneficios económicos a las comunidades locales, creando empleos sostenibles y crecimiento. Se desbloqueará una financiación de 20.000 millones de euros anuales para la biodiversidad a través de diversas fuentes, incluidos fondos de la UE, financiación nacional y privada.
Según el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) el 60% des las enfermedades infecciosas humanas tiene origen animal, un porcentaje que llega hasta el 75% en el caso de las enfermedades llamadas “emergentes” como el ébola, el VIH, las gripes aviarias, el SRAS o el zika. Muchos científicas coinciden en que la pérdida de biodiversidad provoca un aumento en el riesgo de transmisión de estas enfermedades zoonóticas, es decir enfermedades que se transmiten de animales a seres humanos.
La desaparición de especies dentro de un ecosistema altera el funcionamiento de dicho ecosistema, e influye en la transmisión de patógenos. Si se preserva la biodiversidad, para que exista una mayor diversidad de especies, esto provoca un efecto de dilución. Por un lado se aumenta el número de especies en la cadena de contagio y por otro lado se produce un efecto cortafuegos natural provocado por una alta diversidad genética.
De la granja a la mesa
La estrategia ‘Farm to Fork’ (de la granja a la mesa) permitirá la transición a un sistema alimentario sostenible de la UE que salvaguarde la seguridad alimentaria y garantice el acceso a dietas saludables provenientes de un planeta saludable, y reducirá la huella ambiental y climática del sistema alimentario de la UE.
La estrategia ‘Farm to Fork’ (de la granja a la mesa) permitirá la transición a un sistema alimentario sostenible de la UE que salvaguarde la seguridad alimentaria y garantice el acceso a dietas saludables provenientes de un planeta saludable, y reducirá la huella ambiental y climática del sistema alimentario de la UE.
La estrategia establece objetivos concretos para transformar el sistema alimentario de la UE, incluida una reducción en un 50% del uso y el riesgo de pesticidas, una reducción en al menos un 20% del uso de fertilizantes, una reducción en un 50% en las ventas de antimicrobianos utilizados para animales de granja y acuicultura, y alcanzar el 25% de las tierras agrícolas bajo agricultura ecológica, y otras medidas como el etiquetado mejorado para satisfacer mejor las necesidades de información de los consumidores sobre alimentos saludables y sostenibles.
Los agricultores, pescadores y productores acuícolas europeos recibirán apoyo de la Política Agrícola Común y la Política Pesquera Común a través de nuevas fuentes de financiación y esquemas ecológicos para adoptar prácticas sostenibles. Hacer que la marca europea sea sostenible abrirá nuevas oportunidades de negocio y diversificará las fuentes de ingresos para los agricultores y pescadores europeos.
Como partes centrales del Pacto Verde Europeo, las dos estrategias también apoyarán la recuperación económica. En el contexto del coronavirus, su objetivo es fortalecer la resistencia de nuestras sociedades a futuras pandemias y amenazas como los impactos climáticos, incendios forestales, inseguridad alimentaria o brotes de enfermedades, incluso mediante el apoyo a prácticas más sostenibles para la agricultura, la pesca y la acuicultura y abordando la protección de la fauna y el comercio ilegal.
Fuentes: Comisión Europea, La Vanguardia, Construible.es