Renovables para relanzar la economía 0 892

energias renovables

Red Eléctrica se propone invertir 1.000 millones con 1.712 millones de producción que podría traer la creación de unos 10.000 empleos y la posibilidad de generar para las arcas públicas otros 200 millones de ingreso fiscales.

Beatriz Corredor, la presidenta de REE, ha propuesto aprovechar la situación creada por la pandemia para acelerar la transición energética. Así lo ha descrito en el webinar ‘El papel del sector eléctrico en la recuperación económica’ organizado por APPA. «Tenemos una responsabilidad muy grande para que el apetito inversor se pueda materializar en obras y repercutir en el PIB y en el empleo».

Y es que si se agilizan o terminan de tramitar los permisos, muchos proyectos podrían ponerse en carga de trabajo inmediatamente se podrían disponer de 1.000 millones de inversión, con 1.712 millones de producción, y eso podría traer la creación de unos 10.000 empleos y la posibilidad de generar para las arcas públicas otros 200 millones de ingreso fiscales.

La transición energética y la implantación de renovables son claves para la recuperación económica a nivel europeo.

La presidenta de REE asegura que la nueva planificación 2021-2026 está todavía en tramitación y va a marcar buena parte de los  «proyectos de inversión para fortalecer y mejorar el sistema para la incorporación de las renovables (y no solo)». El sector tiene una oportunidad incorporando modelos de innovación y desarrollo más inteligentes, con «la incorporación de tecnologías que pueden tener de soporte la propia red (óptica oscura y satélites) que deben desempeñar un papel también muy importante y no solo la transmisión de datos, sino también dar servicios adicionales de telecomunicaciones al ser un servidor público esencial como es».

En ese esfuerzo por empujar a la economía española, otras empresas como Iberdrola acelerarán las inversiones previstas para los próximos cinco años, en todas las áreas, en transporte, en infraestructuras de bombeo, en renovables, y en general, en nueva tecnología.

En el sector renovable se puede multiplicar el número de empleos por estas inversiones que en su mayoría provienen de manos privadas y no depende de subvenciones ni apoyos. Una oportunidad para atraer inversión privada, generar interés y condiciones estables, y quizá sea esta la manera de salir de la crisis, apoyando la industria nacional y generando riqueza y empleo también en otros sectores.

Uno de los retos a los que se enfrente el sector para aprovechar el potencial todo el potencial de desarrollo de transición hacia las renovables es la ‘permisiología’ de la administración no solo a nivel nacional, sino autonómico y local. Se deben mejorar los procedimientos, incluso apostando por que éstos se hagan más digitales.

Además de las renovables, las redes de distribución son parte fundamental de esa transición pero responsables de Iberdrola España recuerdan que «hay una limitación por ley anual a la inversión en función del PIB, lo que supone una traba para su desarrollo». Por eso, piden que ajuste a las circunstancias actuales en las que se necesita que se agilice su desarrollo.

Las redes se van a haber sometidas a muchos cambios, habrá mucha generación distribuida y también almacenamiento, pero “el bombeo es la gran herramienta ahora mismo que tiene una gran capacidad de almacenar, es imbatible para gestionar el volumen de energía que existe, y prevé el PNIEC su desarrollo, y no las baterías, al menos por el momento, les queda años en madurez tecnológica a cambio de competitividad».

En la actualidad y como consecuencia de la actividad injerencial de los políticos en el sistema empresarial, el mundo funciona al revés. Una obra que hace un siglo tardaba cinco años en ser realizada, actualmente, gracias a la tecnología existente, tarda año y medio en realizarse. Pero Oh problema, entre estudios, memorias, permisos, modificaciones y otras zarandajas de políticos chupópteros, para cuando se conceden los permisos de obras, se inician las obras, se paran las obras por falta de uno o dos documentos y se vuelven a iniciar, transcurren entre cuatro y diez años. Eso sí, eliminados los problemas y resueltos todos los conflictos, la obra se realiza en año y medio. ¿Realmente es necesaria tanta documentación, tanto tiempo perdido?.

Fuente: elperiodicodelaenergia.com

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