Reconfiguración del espacio público de las ciudades: un enfoque responsable con la infancia. 0 1156

infancia

La pandemia del coronavirus nos interpela a la reconfiguración del espacio público de nuestros pueblos y ciudades. Nuevas formas y nuevos usos que permitan el desarrollo económico y social. ¿Pero tenemos en cuenta las necesidades de los niños y niñas?. UNICEF ha presentado una serie de propuestas de planificación urbana e iniciativas de rediseño de ciudades con enfoque de infancia.

La crisis del coronavirus ha impactado de forma muy especialmente dura en los niños y las niñas a lo largo y ancho del planeta, condenados a una largo confinanmiento y perturbando su vida y normal desarrollo. Una realidad que va a impactarles de forma notable en los próximos tiempos y que condiciona no sólo su educación, sino su socialización y relación con el entorno.

La crisis sanitaria ha puesto aún más en evidencia las carencias de los núcleos urbanos para responder a las necesidades de sus habitantes, y en particular con la infancia. Una realidad que nos interpela a repensar qué ciudades queremos y cómo reconfigurar el espacio urbano incluyendo las necesidades y los puntos de vista de los niños y niñas. Planificar los espacios urbanos de forma responsable con la infancia debería ser una condición imprescindible para construir las sociedades del presente y del futuro.

UNICEF España, ha publicado una interesante propuesta. “Cuadernos para la acción local: Propuestas para una planificación urbana sostenible y responsable con la infancia,”. Un documento con propuestas concretas para rediseñar y planificar los espacios urbanos centrados en la infancia.

En este planificación urbana, UNICEF propone tener en cuenta cuatro enfoques: el de los derechos de infancia, de sostenibilidad y resiliencia, el de equidad urbana y el del derecho a la salud, crucial en momentos de crisis sanitaria. ¿Qué ciudades para la infancia podemos crear aplicando dichos enfoques? Espacios urbanos limpios, seguros, socialmente inclusivos, que fomenten su autonomía y escuchen sus voces; lugares que tengan en cuenta los posibles riesgos a los que se enfrentan los niños y niñas, y que ofrecen un estándar de vida digno, con acceso a educación salud, recreación, cultura, a servicios próximos y asequibles, accesibles para todo tipo de discapacidad, en definitiva, fomentan sus habilidades para su vida hoy y para el futuro.

Una planificación en la que hay que diseñar las ciudades “desde la escala de la casa, la calle, el barrio y así llegar hasta la ciudad, para garantizar que todos los servicios y recursos están accesibles y próximos a una distancia caminando o en bici de los niños y niñas”. El barrio es el referente espacial donde los niños, niñas y adolescentes pueden desarrollar su autonomía.

El cuaderno ofrece igualmenete varias recomendaciones agrupadas en cuatro áreas de intervención: inversión en una planificación urbana sostenible y centrada en la infancia, promoción de la movilidad activa y sostenible, espacios de juego en las calles, plazas y parques, naturaleza y dotación de equipamientos públicos y vivienda. Recoge propuestas de medidas, listadas para cada uno de los temas anteriores para ser usados en cualquiera de las fases de la planificación (diagnóstico, el diseño, el seguimiento o la evaluación), por parte de los responsables políticos de los gobiernos locales. Medidas como caminos seguros a la escuela, fomento de patios escolares verdes, aparcamientos de bicicletas en los centros escolares, entre otras.

Como toda crisis, la pandemia también puede ser una fuente de enseñanzas para acelerar el cambio necesario. Es lo que han pensado los creadores de la iniciativa El Día Después, una plataforma para generar alianzas transformadoras que aborden los desafíos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y promover la conexión de la sociedad, la academia o el mundo científico con aquellos responsables de crear las políticas públicas.

Planificar las nuevas formas de vida de las ciudades, también requiere dar espacio y reconocer el papel de la participación infantil dentro de los Planes Urbanísticos municipales, un área en la que habitualmente no se suele contar con las voces de niños y niñas

Planificar las nuevas formas de vida de las ciudades, también requiere dar espacio y reconocer el papel de la participación infantil dentro de los Planes Urbanísticos municipales, un área en la que habitualmente no se suele contar con las voces de niños y niñas. Hay casos interesantes como Santa Cruz de Tenerife (ciudad cuyo Plan de Infancia se llevó a cabo a través de una metodología participativa), su ayuntamiento puso en marcha, en junio de 2019, el programa La ciudad imaginada para que los niños, niñas y adolescentes participaran en el proceso del Plan de Ordenación Urbanística.

Niños y niñas reflexionaron sobre el espacio en el que viven o de qué forma se mueven por sus ciudades, y expresaron sus preocupaciones, entre las que estaba contar con transporte público accesible, tener una ciudad sin ruido, contaminación ni demasiados coches y tener un carril bici y vías adaptadas a personas con movilidad reducida. También querían espacios de encuentro donde poder relacionarse y jugar. La procedencia de cada niño o niña influía en su visión de una ciudad ideal: por ejemplo, los niños de municipios rurales imaginaban una ciudad con más zonas verdes.

Un cuaderno de propuestas muy interesante que debería estar en la mesa de todos nuestros alcaldes y alcaldesas.

Para conocer el informe completo: Ciudades Amigas, UNICEF España Foto: Educo.org

Previous ArticleNext Article

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *