La Fundación Renovables presenta el documento: “Lecciones aprendidas para salir de la crisis”. Un análisis profundo de las consecuencias que la salida de la crisis financiera de 2008 tuvo para el consumidor de electricidad y para los diferentes agentes del sector energético acompañado de una serie de propuestas para la reactivación económica originada por la crisis sanitaria del Covid-19 a partir de la puesta en valor de las posibilidades tecnológicas e industriales que la eficiencia energética y las energías renovables pueden aportar hoy en día.
La energía es un bien básico y de primera necesidad. Diseñar el futuro sin tener en cuenta esta premisa, es seguir considerando a la energía, exclusivamente, como un negocio y no como un derecho que todos tenemos.
No tener en cuenta los errores que se cometieron en el pasado en política energética, antes y después de la crisis de 2008, supondría mantener a España como un país ineficiente, dependiente y con niveles de emisiones muy por encima de la media de los países de nuestro entorno y, sobre todo, mantener como un problema estructural de nuestra sociedad la pobreza energética que se ha consolidado tanto en épocas de crecimiento económico como de recesión.
Aprender del pasado, considerando las capacidades diferenciales que tenemos en el presente es el principal objetivo de este documento. El fin es recuperar la senda de progreso y de actividad económica que teníamos antes del Covid-19, pero sin dejar a nadie fuera del propio sistema de economía de mercado que hemos abrazado como paradigma.
La lucha contra el cambio climático y la apuesta por una transición energética más ambiciosa hay que considerarlos como una oportunidad y no como un coste. La reinicialización de nuestro sistema productivo debe ser ejecutada atendiendo a que es posible introducir nuevas líneas de actividad que generan no solo valor económico, sino que nos permiten prepararnos de cara al futuro, gracias a las grandes posibilidades que nos ofrecen las renovables y al margen de mejora que tenemos en la apuesta por la eficiencia energética.
Apostar, otra vez, por las tecnologías del pasado puede darnos la posibilidad de un crecimiento rápido a corto plazo, pero este solo será posible negando la evidencia de la obligación de luchar contra el cambio climático como necesidad y como oportunidad y volver a crecer en base al establecimiento de esquemas protegidos y subvencionados que solo manifiestan valor por el rendimiento económico de las inversiones y no por los servicios que prestan.
La recuperación de la crisis exige evolucionar desde la formulación actual, enmarcada en el capitalismo concesional, a través de la puesta en marcha de modelos regulatorios pensados en garantizar la subvención de la oferta a un modelo más participativo que nace de la necesidad de apostar por mantener criterios éticos, transparentes y racionales en la gestión y cobertura de la demanda, sobre todo, cuando hablamos de bienes de primera necesidad, escasos y que en su transformación generan externalidades.
La implantación del concepto de Capitalismo de Estado es cada vez más importante, entre otras razones porque va a ser el Estado el que se endeude para asumir el bienestar de todos y el rescate económico de muchas empresas. El futuro existirá si todos estamos incluidos en él y cuando decimos todos nos referimos, primero, a las personas y, luego, a las empresas, con la necesidad obligada de establecer una jerarquización inclusiva.
El documento se ha estructurado en dos partes:
En la Primera parte, bajo el título ¿Quién pagó la crisis de 2008 en el sector energético?, se desgrana qué medidas se adoptaron para salir de la crisis en 2008 y cómo afectaron a los distintos Grupos de Interés del sistema eléctrico, a través de los siguientes puntos:
1. ¿Quién pagó el déficit tarifario?
2. Evolución de los diferentes ingresos del sistema y pérdida de la seguridad jurídica de las inversiones renovables.
3. Acceso universal a la energía y pérdida de su consideración como bien de primera necesidad.
4. Evolución de los precios de la electricidad para los consumidores.
5. Pérdida del tejido productivo y de puestos de trabajo en la industria renovable. 6. La persecución al autoconsumo.
7. Pérdida de transparencia y de la necesaria gobernanza de las instituciones del Estado.
En la Segunda parte, con el título, Iniciativas y propuestas para la reactivación y la recuperación económica post Covid-19, se ponen de relieve las propuestas de la Fundación Renovables para superar la crisis económica y social del Covid-19 sin perder de vista la emergencia climática y la necesidad de luchar contra el cambio climático:
1. Electrificación de la demanda, acceso universal, pago por uso, la electricidad como un servicio público.
2. Autoconsumo.
3. Generación centralizada y distribuida con fuentes de energía renovables.
4. Digitalización del sistema eléctrico y de sus redes.
5. Urbanismo inclusivo y recuperación de la dimensión humana de la ciudad.
6. Rehabilitación y nueva construcción de edificios.
7. Sustitución de equipamiento.
8. Movilidad sostenible.
9. Turismo sostenible.
10. Apuesta por el desarrollo socio energético del medio rural.
11. Una nueva cultura de la energía: difusión, formación y educación.
Las propuestas desarrolladas llevan consigo la movilización de recursos en el periodo 2020/2021, por ejecución o como licitación, de más de 60.000M€, con una presencia pública en inversiones de 4.360M€ y un menor ingreso fiscal o mayor gasto de casi 3.600M€, si bien, en realidad este gasto se debería considerar en positivo, ya que en caso de producirse significaría la generación de valor y la creación de empleo por haber llevado a cabo una nueva línea productiva.
La Fundación Renovables propone igualmente una adaptación en la fiscalidad de la fijación de los precios finales de los combustibles, estableciendo un suelo de precio al consumidor equivalente a un precio del petróleo Brent de 60 $/bbl que, para las previsiones de precio del petróleo que el gobierno ha fijado en la Actualización del Plan de Estabilidad y si se mantuviera el perfil de demanda de productos del gasóleo y gasolina supondría un incremento de ingresos fiscales de 5.183M€. Una cifra suficiente para que el Estado pueda asumir, aún con una menor demanda de combustibles, ese esfuerzo económico.
El documento elaborado por la Fundación Renovables tiene como objetivo demostrar que la apuesta por la sostenibilidad energética no solo nos permite preparamos para el futuro, aprovechando nuestros recursos, de forma ética, sino, también, no considerando que de las crisis se sale solamente incrementando la velocidad de un modelo económico injusto, no distributivo y dependiente del exterior.
Enlace al informe completo… pinchar aquí.