Las renovables al frente de la reconstrucción económica y social 0 989

La pandemia del COVID19 ha supuesto un golpe sin precedentes a la economía mundial. Según la OCDE la economía de los países más desarrollados ha caído un 9,8% de media, golpeando a España de forma dramática con una caída sensiblemente superior al 10% del PIB. Una crisis que afecta a todos y en el que las fronteras físicas ya no garantizan nuestra seguridad, mostrando nuestra interdependencia global. Solo trabajando juntos podremos salir de ésta.

El coronavirus muestra así el nuevo paradigma del siglo XXI, la necesidad de transformar nuestro desarrollo económico hacia nuevas formas de generación de riqueza más sostenibles. Las energías renovables están llamadas a jugar un papel protagonista y en particular la energía solar fotovoltaica, que tiene unas posibilidades extraordinarias para su desarrollo en España sobre todo en la creación de empleo y potenciando la llamada España vaciada.

El deterioro de nuestros ecosistemas debilita nuestros sistemas inmunológicos multiplicando los riesgos para nuestra salud y la aparición de nuevas pandemias. Así mismo, el cambio climático nos interpela a trabajar por un nuevo modelo de desarrollo sostenible e inclusivo.

La Unión Europea lo tiene claro, el futuro pasa por la sostenibilidad. La apuesta por un Green New Deal o nuevo ‘pacto verde’ europeo para reactivar la economía desde una perspectiva que relegue el uso de los combustibles fósiles y permita alcanzar la neutralidad climática en 2050. Un ambicioso plan que tiene como objetivo lograr la transición ecológica de la economía con un gran paquete de iniciativas legislativas y nuevos mecanismos e inversiones para lograr alcanzar tanto el 50% de recorte de emisiones en 2030.

La crisis del COVID19, lejos de desincentivar ese objetivo, muestra la necesidad de acelerar la transición ecológica y la apuesta por una economía baja en carbono en el que las energías renovables deberán estar a la cabeza de la reconstrucción económica y social. Para ello, la Comisión Europea está movilizando el plan Next Generation EU, una serie de instrumentos para activar la recuperación europea y proteger el empleo y crear nuevos puestos de trabajo aprovechando todo el potencial presupuestario que se desplegará en tres pilares:

1. Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. Integrado en el Semestre Europeo a través de subvenciones y préstamos mediante la aplicación de los planes nacionales de recuperación y resiliencia de los Estados miembros, definidos de acuerdo con los objetivos del Semestre Europeo. En particular, las transiciones ecológica y digital y la resiliencia de las economías nacionales con un presupuesto de 560.000 millones de euros, de los cuales 310.000 se destinarán a subvenciones y 250.000 a préstamos

2. REACT-UE – Ayuda a la Recuperación para la Cohesión y los Territorios de Europa, mediante subvenciones flexibles de la política de cohesión para municipios, hospitales y empresas a través de las autoridades de gestión de los Estados miembros. Medidas que no requieren cofinanciación nacional y contarán con un presupuesto de 55.000 millones de euros de financiación adicional de la política de cohesión entre 2020 y 2022.

3. Apoyar la transición ecológica hacia una economía climáticamente neutra a través de los fondos de Next Generation EU. Una propuesta para reforzar el Fondo de Transición Justa hasta los 40.000 millones de euros, con el fin de ayudar a los Estados miembros a acelerar la transición hacia la neutralidad climática. Un refuerzo de 15.000 millones de euros para el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural que sirva de apoyo para que las zonas rurales acometan los cambios estructurales necesarios de acuerdo con el Pacto Verde Europeo y alcancen las ambiciosas metas fijadas en las nuevas estrategias de biodiversidad y «de la granja a la mesa».

En definitiva, una gran movilización de recursos, y la manifestación de la voluntad política de transformar la economía europea apostando por la economía sostenible. En ese combate, las energías renovables están llamadas a jugar un papel protagonista y en particular la energía solar fotovoltaica, que tiene unas posibilidades extraordinarias para su desarrollo en España sobre todo en la creación de empleo y potenciando la llamada España vaciada. Según datos de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), la energía solar es la energía renovable que más empleos genera a nivel global.

Es por ello, que Harbour Energy quiere ser un actor relevante en el proceso de Transición Justa y Ecológica y contribuir a la reconstrucción económica y social de España mediante la transformación del sector energético. Lo hacemos con la voluntad y la actitud de colaboración con todos y entre todos, conscientes de la trascendencia de la generación de energía limpia para el planeta y, en particular, para la oportunidad de porvenir y de progreso que nuestros proyectos tienen para los pueblos y sus comarcas. La apuesta renovable es una oportunidad para un nuevo desarrollo fomentando desarrollo, equidad y sostenibilidad y queremos contribuir activamente a ello.

Antonio Llorens es Presidente del Consejo de Administración y Consejero Delegado
de Harbour Energy

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