La existencia de varios condicionantes climáticos adversos al mismo tiempo es considerada en todos los casos como un factor intensificador de los impactos del cambio climático La disminución de las precipitaciones es un factor que agrava el efecto del aumento de las temperaturas en múltiples impactos, como el empeoramiento de la calidad del aire, el debilitamiento de la vegetación y aumento de peligro de plagas, enfermedades o incendios, etc.
La incertidumbre ante el riesgo climático es esencial a la hora de evaluar los impactos del cambio climático y se expresa normalmente como probabilidad asociada a diferentes escenarios de impactos, aunque la incertidumbre puede tener diferentes orígenes, aparte de la falta de datos o de precisión de los modelos, como la ambigüedad en el uso de los conceptos, y la propia complejidad de los sistemas, que nos dificulta conocer los efectos precisos de cada acción sobre el sistema (Markandya, 2014), en este caso, los impactos.
El cambio climático exacerbará muchos de los problemas actuales, ya que determinados grupos sociales se verán especialmente afectados debido a su menor capacidad de preparación, afrontamiento y recuperación ante los impactos.
El cambio climático exacerbará muchos de los problemas actuales e incrementará las desigualdades actuales originadas por la pobreza, acceso a recursos y servicios y la calidad ambiental que afectan a grupos marginales y minorías normalmente concentradas en las ciudades más grandes.
Hay por tanto que prestar atención a los impactos distributivos derivados de los planes de actuación (cuánto riesgo reducen y en qué horizonte temporal, qué costos tienen y a qué grupos benefician más). Es fundamental, por tanto, facilitar la participación a través de dinámicas iterativas para caracterizar los impactos y comunicar las evaluaciones de riesgos climáticos realizadas con las partes interesadas, de forma que se retroalimente el proceso y se prioricen resultados beneficiosos para los grupos más desfavorecidos y vulnerables (Anguelovski et al., 2016).
En los últimos escenarios de cambio climático elaborados para España por AEMET se proyectan aumentos en la escala anual de las temperaturas máximas de entre 2°C y 6,4 °C, más acusados en verano, y con incrementos mayores en el interior y menores en el norte y noroeste peninsular. Una tendencia similar se espera para las temperaturas mínimas, aunque menos acusada que para las máximas. Todo ello, podría ir acompañado por cambios en la velocidad del viento generalizados y el incremento de los fenómenos extremos.
El estudio presentado por el MITECO recoge un sumario de los impactos observados y esperados según los estudios disponibles hasta el momento para España. Este esfuerzo de síntesis es difícil debido a la dispersión de la información, y no responde a una evaluación sistemática de los impactos según unos escenarios comunes.
En el futuro, utilizando los escenarios para España proporcionados a través de la iniciativa Escenarios-PNACC, bajo la coordinación de AEMET, y que se actualizarán teniendo en cuenta los escenarios y modelos globales del próximo Informe de Evaluación del IPCC (AR6), sería recomendable hacer un análisis de impactos y riesgos contemplando su magnitud y el uso de escenarios y proyecciones armonizados en todos los sectores, cálculos de incertidumbres, y la consideración de la interdependencia entre sectores a nivel de impactos, así como de las posibles medidas de adaptación.
Se han identificado una serie de riesgos, de acuerdo a la información existente sobre los impactos del cambio climático en los diferentes documentos disponibles, que se ha acompañado de una valoración muy sencilla de la urgencia, con el objetivo de priorizar las actuaciones para minimizar los riesgos.
En el marco de la evaluación de los impactos del cambio climático, el término riesgo suele utilizarse para hacer referencia al potencial de consecuencias adversas de un peligro relacionado con el clima, en la vida, los medios de subsistencia, la salud y el bienestar, los ecosistemas y las especies, los bienes económicos, sociales y culturales, los servicios (incluidos los servicios ecosistémicos), y la infraestructura.
Los riesgos se derivan de la interacción de la vulnerabilidad (del sistema afectado), la exposición a lo largo del tiempo (al peligro), así como el peligro (relacionado con el clima) y la probabilidad de que ocurra (IPCC, 2018, 89). Por lo general, para la determinación del riesgo es importante incluir la probabilidad de que un suceso ocurra en una escala temporal.
Sin embargo, no todos los impactos descritos en la literatura disponible han sido modelizados, ni incluyen una descripción de la probabilidad de ocurrencia según escenarios más recientes para España. El presente Informe se ha centrado en los impactos y riesgos derivados del cambio climático, pero no en los derivados de las políticas y medida de adaptación, que serían objeto de otro trabajo más extenso.
Para acceder al informe completo