La pandemia ha profundizado en los efectos del mercado laboral, retrasado la emancipación y agudizado la desigualdad educativa, según revelan los datos del Informe Juventud en España 2020. Destaca su lucha y compromiso contra el cambio climático y por la igualdad de género, como “bandera generacional”.
El Instituto de la Juventud (INJUVE) ha presentado el ‘Informe Juventud en España 2020’, una radiografía general de la situación de las y los jóvenes españoles elaborada a partir de datos fiables y representativos y que pretende servir de base para el diseño de unas políticas públicas de juventud que se tornan más urgentes que nunca por el impacto de la pandemia.
Las conclusiones ratifican las consecuencias de la llamada “década pérdida” de una generación de jóvenes que enfrenta su segunda gran crisis económica y social cuando aún no se había recuperado de los efectos de la crisis financiera de 2008.
Sin embargo, los datos extraídos del informe nos permiten observar una juventud que María Teresa Pérez, directora general del Injuve, califica de “solidaria, inconformista, abierta, integradora, participativa, consciente de las desigualdades y discriminaciones que existen en nuestra sociedad y preparada para asumir los retos y los cambios necesarios en los ámbitos de la educación, la digitalización, la transición ecológica o la erradicación del machismo y sus violencias”.
La pandemia profundiza los defectos del mercado laboral, retrasa la emancipación y agudiza la desigualdad educativa
España es uno de los países con la emancipación juvenil más tardía de Europa (le edad media de emancipación en la Unión Europea es de 26,2 años, mientras que en España es de 29,5) y la situación amenaza con agravarse con la COVID: tras la pandemia, cae 15 puntos el porcentaje de jóvenes que se plantea dejar de vivir con sus padres o tutores. En 2019 un 48% pensaba hacerlo y en 2020 solo un 32,8% se lo plantea.
La COVID-19 ha afectado también al deseo reproductivo, aumentando el porcentaje de jóvenes que no quieren tener hijos del 16,8% al 18%.
En general, un 75% de jóvenes no se emancipa por falta de estabilidad o suficiencia de los ingresos.
También el mercado de trabajo se ha visto afectado por la pandemia de la COVID-19 que ha profundizado problemas preexistentes como la precariedad y la inestabilidad laboral y ha hecho caer las expectativas entre la juventud:
Más de la mitad (52%) de jóvenes empleados tiene contratos temporales, una temporalidad 30 puntos superior a la del resto de la población. Sin embargo, casi un 38% desearía trabajar más horas de las que actualmente trabaja.
Al mismo tiempo, casi 4 de cada 10 jóvenes desempleados cree poco a nada probable encontrar trabajo en el próximo año mientras que un 66% considera que, tras la pandemia, sus oportunidades laborales y económicas serán peores que las de generaciones precedentes.
Del mismo modo, los efectos de la pandemia han agravado la desigualdad educativa entre la juventud española que, en un 60%, entiende que su aprovechamiento del curso académico se ha visto significativamente mermado; alcanzando un 11,2% quienes afirman haber aprendido menos de la mitad que en un año normal.
La mitad de los alumnos declara además que la supervisión del profesorado es mejor en la enseñanza presencial y casi 8 de cada 10 prefiere ese método al online.
Para saber más: INJUVE Foto: Leonoticias