Informe de Desarrollo Sostenible 2021: la COVID-19 ha revertido el progreso 0 6777

SDG Report 2021

El Informe de Desarrollo Sostenible 2021 es la primera herramienta ampliamente utilizada para evaluar el desempeño de los países en la Agenda 2030 y los ODS. Muestra cómo la pandemia de la COVID-19 ha revertido el progreso de los ODS pero subraya cómo la Década de Acción por los ODS sigue siendo más relevante que nunca para apoyar un desarrollo sostenible, inclusivo, y recuperación resiliente. Los autores examinan el desempeño de los países en los ODS para 193 países utilizando una amplia gama de indicadores y calcularndo trayectorias futuras.

La pandemia de COVID-19 ha supuesto un revés para el desarrollo sostenible. Por primera vez desde la adopción de los ODS en 2015, los indicadores de progreso mundial del índice de los ODS para el año 2020 han disminuido con respecto al año anterior. Una disminución impulsada en gran medida por el aumento de las tasas de pobreza y el desempleo tras el brote de la pandemia.

La crisis de la COVID-19 ha impactado en las tres dimensiones del desarrollo sostenible: económica, social y ambiental. La prioridad para los gobiernos, así como a nivel global es combatir la crisis sanitaria, porque no puede haber desarrollo sostenible ni recuperación económica mientras la pandemia se prolongue. Los países en desarrollo carecen de margen fiscal para financiar la respuesta de la emergencia sanitaria y mantener los planes de recuperación impulsando inversiones alineados con los ODS.

Por su parte, los gobiernos de los países de ingresos altos se han endeudado mucho para responder a la pandemia debido a su mayor solvencia crediticia en el mercado o a una respuesta mancomunada como es el caso de la UE. Todo ello hará que los países de bajos ingresos se recuperen mucho más lentamente cronificando algunos de los problemas más urgentes.

Si bien la pandemia es un revés para el desarrollo sostenible, los ODS junto con la Agenda 2030 y el Acuerdo Climático de París proporcionan la brújula para avanzar. Antes de la llegada de la pandemia, los indicadores mostraban avances significativos en los ODS en muchas regiones y en muchos objetivos, especialmente en Oriente y Asia meridional, que ha progresado más en el Índice de los ODS que cualquier otra región desde la adopción de los objetivos en 2015.

No deberíamos permitir que la COVID-19 nos condujera a una reversión prolongada en el despliegue de los ODS. Algunos compromisos internacionales como por ejemplo la apuesta por avanzar en la neutralidad climática, debería ir acompañada de acciones e inversiones transformadoras.

Los grandes desafíos mundiales, incluidas las pandemias, pero también el cambio climático o la pérdida de biodiversidad, requieren un fuerte impulso multilateral y una acción global para combatirlo.

Las grandes movilizaciones fiscales de las principales economías son una oportunidad para fomentar una recuperación ecológica, digital e inclusiva. Los grandes desafíos mundiales, incluidas las pandemias, pero también el cambio climático o la pérdida de biodiversidad, requieren un fuerte impulso multilateral y una acción global para combatirlo.

Los daños a nuestros ecosistemas y a la naturaleza pueden provocar la aparición de nuevas enfermedades zoonóticas y patógenos con una tasa de letalidad mucho más alta. De hecho, el cambio climático ya ha provocado un fuerte aumento de desastres naturales, incluidas sequías, tifones, el impacto del aumento del nivel del mar y olas de calor de consecuencias letales provocando la emergencia de los refugiados climáticos.

Es por ello por lo que hay que reforzar el sistema de cooperación multilateral fortaleciendo la preparación, las respuestas coordinadas y la resiliencia ante nuevos riesgos críticos. Algo fundamental para apoyar la Década de Acción para los ODS lanzada por el secretario general de la ONU en 2019 en el que los países ricos tienen una enorme responsabilidad. Éstos pueden generar efectos secundarios socioeconómicos y ambientales negativos alimentando o incentivando cadenas comerciales y de suministro insostenibles.

La importancia de la tecnología y la digitalización para los ODS

La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia de las tecnologías digitales en el mantenimiento de los servicios sociales, el teletrabajo, las trasnsacciones, el mantenimiento de la educación o la atención médica.

La importancia creciente de las aplicaciones digitales subraya la importancia vital del acceso universal a los servicios de banda ancha como clave para la inclusión, ofrecer oportunidades económicas y para proteger la salud pública. Sin embargo, existen todavía lagunas en el análisis de datos que ponen de relieve la necesidad de realizar más inversiones en capacidad estadística y nuevos enfoques para monitorear los compromisos y el progreso de los países en las transformaciones clave de los ODS.

Se necesitan datos sólidos y oportunos para monitorear el progreso de los ODS. Más de cinco años después de la adopción de los ODS sigue habiendo brechas considerables en las estadísticas oficiales en términos de cobertura y oportunidades.

En particular, se aprecian lagunas estadísticas en los ODS 4 (Educación de calidad), ODS 5 (Igualdad de género), ODS 12 (Producción y consumo responsables), ODS 13 (Acción por el clima) y ODS 14 (Vida submarina). A pesar de los avances en el Índice de rendimiento estadístico a nivel mundial desde 2015, se necesitan más inversiones para fortalecer las capacidades estadísticas en muchos países de bajos ingresos y pequeños estados.

También se necesitan más rastreadores de políticas “con visión de futuro” para evaluar la implementación de los esfuerzos en las transformaciones clave de los ODS, y especialmente para monitorear las acciones de los diferentes países.

Para conocer los índices de cada país, accede al informe

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