La transición hacia un nuevo modelo energético basado en las energías renovables es clave en la lucha contra el cambio climático y la consecución de los objetivos de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. La Comunidad de Energía Renovable (CER) es una de las figuras prioritarias para el avance y la consolidación de este nuevo sistema y, como tal, ha sido reconocida en la Directiva Europea de Energías Renovables.
Transición Energética Solar (Tranesol), empresa centrada en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos, y Sapiens Energía, cooperativa sin ánimo de lucro especializada en la creación y gestión de comunidades energéticas, crean la figura de Comunidad de Energía Renovable Agrovoltaica o Agro-fotovoltaica, modelo que permite valorizar zonas abandonadas, degradadas o de productos de baja rentabilidad mediante la reconversión del cultivo y la implantación de una planta de generación de energía renovable.
El primer proyecto, Picassent Solar, que se construirá a finales de 2021, es ejemplo de esta convivencia entre generación de energía renovable con la tecnología más avanzada y actividad agrícola, con un diseño sostenible, adaptado a la realidad del territorio y que permitirá generar actividad económica local y empleos en un suelo sin trabajar en los últimos 40 años -de una explotación porcina abandonada-, lo que había provocado su degradación.
El modelo agro-fotovoltaico se ha desarrollado con éxito en otros países, como Japón, Vietnam, Taiwán, Chile, Francia, Bélgica o Alemania, con proyectos de gran tamaño. La propuesta de Tranesol y Sapiens plantea proyectos sostenibles, integrados en el entorno, que permitan valorizar las zonas donde se implanten. De esta forma, se logrará avanzar en dos de los grandes retos que afronta España: el abandono de tierras de cultivo y la despoblación rural y el avance en los objetivos globales de generación de energía con renovables.
En Picassent Solar se instalarán 11.000 metros cuadrados de placas solares -con 1,5 MW de potencia instalada- en un terreno de 26.500 metros cuadrados de superficie. Las placas estarán en alto -con hasta 4 metros de altura en algunas zonas-, de manera que ninguna de las dos actividades ejercerá limitación alguna sobre la otra, y en la tierra se trabajará con cultivos innovadores, de mayor rentabilidad, como frutas tropicales. Se generarán dos empleos directos indefinidos a jornada completa, cuatro empleos temporales y seis empleos de manera indirecta. Además, se conseguir un recorte de 1.920 toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera.
En total, la planta permitirá abastecer a los agricultores y a unos 500 usuarios -hogares y pymes- que se encuentren en un radio de cobertura de 50 kilómetros desde la instalación. La potencia podría ampliarse en una segunda fase.
Comunidad energética: sistema descentralizado, participativo, sostenible y replicable
La constitución como comunidad energética garantiza “la participación directa de la ciudadanía en la propiedad, gestión y consumo de la energía generada en el proyecto, avanzando en la construcción de un sistema descentralizado, participativo, eficiente y sostenible, que contribuye a la lucha contra el cambio climático. Hemos diseñado un modelo replicable, que puede adaptarse a la realidad y necesidades de cada territorio, y esperamos que sirva de inspiración para muchas otras iniciativas en toda España, y se multipliquen los impactos sociales y medioambientales positivos”, indica Juan Sacri, presidente de Sapiens Energía.
Explica, además, que se trata de los primeros proyectos de comunidades energéticas de energías renovables (CER) en alta tensión que se desarrollan en España.
Para la construcción de Picassent Solar, se han solicitado ayudas gestionadas por el IDAE para los proyectos de comunidad de energías renovables, cofinanciadas con Fondos FEDER de la Unión Europea.
“La hoja de ruta de comunidades de energías renovables están en marcha en España, con desarrollos normativos que adaptan la normativa europea y los grandes compromisos internacionales, y acciones y medidas de apoyo”, indicó Carlos Montoya, jefe del Departamento Solar del IDEA, que hizo un repaso por los principales puntos en ambas líneas.
El resto de la inversión se cubrirá con las aportaciones de los usuarios que se unan al proyecto como socios de la comunidad energética y de inversores, particulares e institucionales, interesados en participar en proyectos con impacto positivo en términos sociales y medioambientales y con rentabilidad garantizada. Además, están abiertos a que empresas con preocupación por sus impactos sociales y en el medio ambiente se unan.
Fuente: Agrronews Comunitat Valenciana