En los últimos años abundan una gran cantidad de discursos, compromisos, planes estratégicos, acciones publicitarias en pro del cumplimiento de los ODS, pero una gran parte de estas voluntades políticas no han logrado transcender el discurso o el papel, evidenciando una falta de concretización a la hora de la materializarlas en la realidad municipal.
Nos encontramos en la recta final para implementar los Objetivos para el Desarrollo Sostenible que configuran la Agenda 2030, todo un reto que debe involucrar de manera responsable al ámbito público, al sector privado y la sociedad civil.
La Agenda 2030 promueve una guía de acción lógica adaptada a nuestro tiempo frente a las actuales problemáticas globales con un claro reflejo en la realidad de cada región pese a todas sus diferencias y singularidades, para su implementación desde lo local, con articulación regional y nacional, además de promover la cooperación internacional.
Los autores del presente artículo, hemos observado un fenómeno alarmante desde la realidad municipal con respecto a los ODS y la sostenibilidad, para ello, es clave el impulso del ODS11 Ciudades y Comunidades Sostenibles, donde es fundamental un compromiso para aplicar las siguientes Metas:
- 11.1. Acceso a la Vivienda.
- 11.2. Transporte Público.
- 11.3. Urbanización Inclusiva y Sostenible.
- 11.4. Patrimonio Cultural y Natural.
En los últimos años abundan una gran cantidad de discursos, compromisos, planes estratégicos, acciones publicitarias en pro del cumplimiento de los ODS, pero una gran parte de estas voluntades políticas no han logrado transcender el discurso o el papel, evidenciando una falta de concretización a la hora de la materializarlas en la realidad municipal.
Debemos resaltar que la Agenda 2030, no debe ser una promesa electoral, debe de ser una hoja de ruta estratégica para mejorar la calidad de vida y las oportunidades los vecinos y, sobre todo, la mejora de la sostenibilidad y la generación de empleo a través de la especialización de la economía local.
La actual dedicación discursiva de algunos políticos entorno a los conceptos sostenibilidad y sustentabilidad es cada vez mayor, debido a que estos conceptos actualmente son la mejor muletilla para poner en cualquier presentación, la moda de la sostenibilidad le sirve al político como un hándicap para la adaptar el discurso en la narrativa global, además el hecho de que usar la atractiva tableta de colores y diseños de los ODS de los brinda una proyección particularmente buena.
En muchos casos la intención de ejecutar algún tipo de plan/estrategia/política pública con respecto a los ODS va exclusivamente de la mano de si hay o no algún fondo financiero de la Unión Europea, en pocos casos surge como iniciativa desde fondos propios, y en algunos casos es por medio del apoyo financiamiento a asociaciones civiles dedicadas al trabajo de la Agenda 2030.
Dada nuestra experiencia en los poderes locales, determinamos que los factores que ocasiona esta situación pueden estar ubicados en los siguientes puntos:
– La falta de liderazgos que abracen la importancia de la sostenibilidad.
– La falta de preparación teórica y técnica en materia de ODS en la plantilla funcionarios públicos.
– Desinterés o desconocimiento de la Agenda2030
– Desacuerdo por rechazo ideológico.
– La negativa en asumir la responsabilidad que conlleva implementar los ODS.
Es evidente que nos encontramos ante un panorama bastante complejo, donde reconocemos que generalizar no es la mejor opción, pero atendiendo a la interpretación de los datos expuestos por las entidades dedicadas a la evaluación del desarrollo de la Agenda 2030, determinamos esta situación tan critica que está pasando bajo la mesa y no hemos leído o escuchado lo suficiente sobre esta problemática por lo que decidimos traerla al debate.
Faltan menos de 10 años para conseguir los Objetivos de la Agenda 2030, es necesario mayor compromiso, es verdad que hay instituciones que están liderando la implantación de los ODS en sus acciones de gobierno, pero todavía queda mucho trabajo por hacer.
Queremos alentar a que los colectivos e individuos que tienen interés en el desarrollo de los ODS en sus localidades deben colaborar con las instituciones políticas, para que asuman el compromiso de los ODS con responsabilidad y entre todos, puedan impulsar la Agenda 2030, siempre desde lo global y con la principal tarea de generar oportunidades y trabajar por la construcción de un futuro sostenible, más desde el ámbito municipal.
Miguel Luis Lapeña Cregenzán, Microinfluencer en #RSC #ODS #Sostenibilidad y Ros Rodríguez, politólogo – Embajador del Pacto Climático Europeo.