Es evidente que no se están logrando a tiempo las metas globales que como sociedad nos hemos planteado, pese a que no nos hemos detenido por la pandemia COVID-19, las estadísticas reflejan una situación muy desalentadora.
Sabemos lo que necesitamos para actuar frente a la Emergencia Climática; es decir, promover un nuevo sistema energético, reducción de los GEI, implementar estrategias basadas en la economía circular, etc… También es bien conocido por todos que contra la Crisis de la Biodiversidad se necesita un uso diferente de los recursos naturales, educación medioambiental y justica ecológica, pero seguimos el mismo esquema de destruir todos los ecosistemas poniendo en jaque la armonía medioambiental del planeta.
Con los ODS sabemos que tenemos una agenda muy amplia para cumplir mundialmente con las cuestiones “básicas” de los seres humanos, como es educación, asistencia de salud, erradicación de la pobreza y el hambre, pero lamentablemente aun no se cumplen en su totalidad.
Pese a esto, es muy común escuchar “Los ODS no se van a cumplir a tiempo, se deben aplazar”. Pero si ya se han aplazado más de 73 años, ya que la primera vez que se plantearon fue en 1948 en la Carta de los Derechos Humanos, donde se señala que todos los seres humanos tienen derecho al acceso de la salud, educación, erradicación del hambre y pobreza extrema, etc…
Y si bien se han implementado a lo largo de estos años, el trabajo han sido insuficiente y no ha tenido los resultados esperados debido a que no se han implementado progresivamente y mucho menos equitativamente, es tan evidente que solo basta observar la abismal desigualdad entre los países del Norte Global y Sur Global.
Debemos hacer autocritica y asumir que nuestra sociedad en el Norte Global lamentablemente no esta totalmente conectada con la realidad mundial para entender lo básico del compartir decentemente lo global, por lo que es necesario fomentar la cooperación, visibilizar todas las realidades y llevar a discusión el papel que tiene el actual sistema hegemónico que genera estas situaciones en muchas latitudes del planeta.
Ante esta situación y para dar continuidad y vigencia al trabajo en el cumplimiento de estos objetivos mundiales se crearon en el año 2000 los Objetivos Del Milenio (ODM) y para pasar el testigo en el 2015 nacieron los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), donde ambos son básicamente una declaración mundial adaptada al siglo XXI de los Derechos Humanos.
Por tanto, es imperativamente necesario enfocarnos en los objetivos y metas que tenemos planteados, y no pensar en aplazar el tiempo de los ODS, hoy ni siquiera se han comenzado a implementar en muchas partes del planeta.
La promoción de planes de acción nacionales y locales, son de suma importancia para el desarrollo de los ODS, y aún hoy no todos los países tienen una estrategia definida para trabajar la Agenda 2030, y mucho menos los gobiernos locales. Además, encontramos un gran problema fundamental y es que el sistema internacional no puede hacer planes para implementar los ODS ya que no tiene el financiamiento suficiente para desarrollarlos.
Considero que el problema base de la actual situación pasa por considerar 4 factores fundamentales que inciden directamente en la actual situación:
-No se ha promovido la vacunación en todo el planeta.
-No se ha financiado correctamente la agenda climática.
-No se ha financiado la agenda de los ODS en todo el mundo.
-No se han implementado planes nacionales a problemáticas globales.
Esto se traduce en que se necesita un sistema multilateral fuerte, con gobiernos nacionales que entiendan la responsabilidad internacional y un plan de funcionamiento en distintos niveles.
La lucha por el desarrollo, implementación y el respeto por los Derechos Humanos esta mas vigente que nunca y tenemos la hoja de ruta, los ODS ¿Lo vamos a seguir aplazando?
Rosmel Rodríguez, politólogo y Embajador del Pacto Climático Europeo.