Se trata de una iniciativa que pretende impulsar un nuevo modelo de urbanismo que se basa en la idea de que cualquier persona tenga todas las necesidades cubiertas en un radio inferior a 15 minutos a pie o en bicicleta si vive en una ciudad, o en un tiempo máximo de 45 minutos si reside en un entorno rural.
La ciudad de 15 minutos y territorios de 45 minutos: un modelo de lugares para vivir cercanos, diversos, inclusivos y conectados, diseñados para facilitar las relaciones humanas y la interrelación con la naturaleza.
Apostamos por la proximidad como estrategia de diseño y transformación de barrios, pueblos y ciudades, para que las personas puedan disfrutar en cercanía de todos los servicios necesarios para una buena calidad de vida.
Apostamos también por la proximidad aplicada al diseño de circuitos cortos que imiten la naturaleza en la gestión de recursos clave como el agua, la energía, la alimentación o los residuos, en una economía descarbonizada, circular y regenerativa.
Apostamos por barrios, pueblos y ciudades diversos e inclusivos que integren distintos tipos de vivienda, espacios y servicios para garantizar el acceso a personas con diferentes necesidades económicas y sociales.
Apostamos por hábitats que se diseñen y rediseñen en base a los principios de igualdad de género, equidad y no exclusión, para que cualquier persona pueda desarrollar su vida de manera plena en un entorno seguro y amable.
Apostamos por barrios, pueblos y ciudades conectados que posibiliten la movilidad activa de cercanía y la movilidad sostenible para desplazamientos más largos.
Apostamos por que los servicios y los espacios productivos se acerquen a las personas y no a la inversa, en una red policéntrica que asegure el equilibrio territorial entre sus nodos.
Apostamos por que esa red fomente las relaciones entre las personas a través del espacio público y edificios versátiles que se convierten en lugares de encuentro y relación, trabajo, diversión, cuidados y aprendizaje.
Y apostamos, por supuesto, por la conexión con la naturaleza en nuestros barrios, pueblos y ciudades.
Un modelo de lugares para vivir cercanos, diversos, inclusivos y conectados, diseñados para facilitar las relaciones humanas y la conexión con la naturaleza.
En definitiva, apostamos por un urbanismo para la vida, que ponga a las personas y el planeta en el centro. Un urbanismo que regenere nuestros territorios para facilitar nuevos modelos de vida. Un urbanismo que entienda el todo, no solo las partes y busque el equilibrio entre ellas. Un urbanismo que combine una visión a largo plazo con iniciativas sencillas a corto plazo para activar la transformación justa y sostenible de los lugares en los que vivimos.
Te invitamos a… …repensar con nosotros los lugares en los que vivimos con esta iniciativa impulsada por el Foro NESI de Nueva Economía e Innovación Social. Expresa tu apoyo firmando la declaración y únete al cambio.