El Fondo Monetario Internacional (FMI) aprueba la creación del denominado Fondo de Resiliencia y Sostenibilidad para ayudar a países con ingresos bajos o medios ante adversidades a largo plazo como los efectos del cambio climáticoo la preparación ante futuras pandemias.
La junta ejecutiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) ha aprobado la creación de un mecanismo para ayudar a los países de ingresos bajos y la mayoría de los de ingresos medianos a enfrentar desafíos a más largo plazo, como el cambio climático y las pandemias.
La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, anunció la aprobación del nuevo Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST, por sus siglas en inglés) que entrará en vigencia a partir del 1 de mayo, con el objetivo de recaudar al menos 45 mil millones de dólares.
El Fondo será el tercer pilar del conjunto de herramientas crediticias del FMI y se sumará a la Cuenta de Recursos Generales y al Fondo Fiduciario para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza y ofrecerá políticas de apoyo y financiamiento asequible con vencimientos más prolongados —a 20 años, con 10 ½ años de gracia— para fortalecer la resiliencia ante riesgos a largo plazo para la estabilidad de la balanza de pagos.
Alrededor de tres cuartas partes de los miembros del FMI podrán movilizar los fondos del FFRS, incluidos los países de bajo ingreso, así como la mayoría de los países de ingreso mediano y todos los Estados pequeños en desarrollo.
Este fideicomiso amplificaría el impacto de la asignación de derechos especiales del FMI de 650.000 millones de dólares aprobado el año pasado al permitir que los miembros más ricos canalicen sus reservas de emergencia para permitir que los países vulnerables aborden los desafíos a largo plazo que amenazan su estabilidad económica.
Un documento interno del personal técnico del FMI reconocía que casi las tres cuartas partes de los 190 miembros del FMI serían elegibles para recibir préstamos según informaciones de Reuters. Es un fondo expresamente creado para ayudar a los países a gestionar los riesgos de balanza de pagos que plantean los préstamos a largo plazo como el cambio climático y la salida de la pandemia.
Actualmente, el FMI ofrece financiamiento a bajo costo y sin tasa de interés para ayudar a los países a enfrentar desafíos a corto plazo, como la fuga de capitales, la inflación o los altos precios de las materias primas, y desafíos fiscales y financieros a mediano plazo.
Este nuevo fondo, viene a dar respuesta a los problemas de una serie de países que requieren financiación asequible durante períodos de pago extendidos, con un vencimiento de 20 años y un período de gracia de 10 años y medio, ya que muchos estados se vieron particularmente afectados por la pandemia y su impacto económico.
Para poder acceder a estos nuevos préstamos, los países todavía tendrían que desarrollar “medidas de reforma y políticas creíbles”, tener una deuda sostenible y una capacidad adecuada para pagar al FMI, y ser parte de un programa de financiamiento o no financiamiento concurrente del FMI,
Fuente: FMI y Reuters