La V edición de su informe anual pretende apoyar a las empresas el objetivo de generarr valor compartido, y subraya la importancia de apostar por estrategias capaces de crear oportunidades para los colectivos más vulnerables. El informe incluye seis recomendaciones para las empresas en el proceso de relación con los grupos de interés, que integran la perspectiva del crecimiento inclusivo.
El objetivo de esta publicación es servir de ayuda a las empresas para generar mayor valor social y transmitir la importancia de apostar por un crecimiento inclusivo capaz de crear oportunidades en todos los segmentos de la población, en especial a aquellos que viven una situación más desfavorecida, en un contexto de recuperación económica como el actual postpandemia.
La guía destaca que se ha producido un cambio en la concepción de la vulnerabilidad y la pobreza.
Más allá de los grupos sociales más vulnerables y en riesgo de exclusión (como personas con discapacidad, refugiados, inmigrantes, personas sin techo o víctimas de violencia de género), hoy existen otros factores que inciden en la precariedad en la que viven muchas familias en nuestro país, tales como la pobreza energética, la precariedad laboral (pobres con trabajo), el desempleo persistente, la pobreza infantil, la brecha digital o la falta de acceso a vivienda.
Para ello, el informe identifica las claves para crear valor compartido e impulsar el crecimiento inclusivo para aquellos grupos de interés de la empresa con potencial de inclusión a personas desfavorecidas:
Proveedores: Bajo la premisa del respeto de los derechos humanos en toda la cadena de suministro y garantizar una compensación digna, se identifican cuatro áreas de impacto: políticas de compra (y pago) responsable y sostenible, formación y desarrollo de proveedores, mejora de la trazabilidad social de insumos y productos, y desarrollo de pymes y proveedores de menor tamaño.
Empleados: Una política responsable de gestión de personas debe incluir la promoción de la diversidad e inclusión dentro de la organización, la flexibilidad y conciliación que permita la integración laboral de colectivos vulnerables o en riesgo de exclusión o el fomento de la innovación para la inclusión y promoción del intraemprendimiento. Y también seguir apostando por una retribución digna y la protección social, el fomento de la formación y aprendizaje continuo de todos los empleados y el desarrollo de entornos laborales dignos y motivadores.
Consumidores: Con el propósito de no dejar a nadie atrás, la guía recomienda desarrollar productos y servicios más accesibles y adecuados a la capacidad de pago de personas con menor capacidad adquisitiva o personas con discapacidad. Para ello, la empresa ha de conocer sus necesidades e incorporar una mirada inclusiva. La formación de clientes y consumidores en hábitos y prácticas saludables y la implementación de campañas de comunicación y marketing, inclusivo son otras de las áreas donde la empresa puede contribuir.
Comunidades locales: Las compañías tienen la oportunidad de ser más inclusivas al apostar por contratar a personas de las comunidades en las que operan, contribuyendo al tejido económico local, integrar a proveedores locales (sobre todo pymes y emprendedores de menor tamaño) en su cadena de suministro e impulsar proyectos de acción social o de filantropía que mejoren sus realidades.
Inversores: Los criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) han adquirido una especial relevancia en los últimos años, lo que ha favorecido el crecimiento de la inversión sostenible. La guía identifica cinco áreas de impacto para el desarrollo de inversores con enfoque inclusivo: la integración del impacto social y la sostenibilidad ambiental en la cadena de valor, asegurar el respeto de los Derechos Humanos, fortalecer el gobierno corporativo, medir el impacto social y ambiental, y mejorar la transparencia y reporting del desempeño ASG.
Una gestión orientada a crear impacto positivo
Para conseguir integrar la perspectiva del crecimiento inclusivo en la relación con los grupos de interés de la compañía, el V Informe del Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo contempla seis etapas que ayudan a estructurar la relación de las empresas con los grupos de interés para impulsar una visión transversal de la inclusión social:
Visión estratégica, en la que se definen y consolidan los grupos de interés.
Análisis y planificación, con cada grupo de interés y se debe incluir a los grupos vulnerables.
Análisis de las capacidades y procedimientos internos para integrar el enfoque inclusivo.
Relación y estrategias de generación de valor inclusivo entre la empresa y cada grupo de interés.
Seguimiento y evaluación edl grado de consecución de los objetivos y acciones realizadas, donde se identifican los aprendizajes.
Reporting y comunicación de la relación con los grupos de interés, a través de los informes anuales y los Estados de Información No Financiera.
El informe incluye igualmente buenas prácticas de empresas de diferentes sectores en gestión con sus grupos de interés con un enfoque inclusivo, además de diferentes herramientas para su gestión, como Prosper4ALL, que ayuda a medir y certificar el compromiso de las empresas por el crecimiento inclusivo.
Sobre el Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo
El Observatorio Empresarial para el Crecimiento Inclusivo es una plataforma creada en 2015 para acelerar soluciones innovadoras a problemas sociales, basado en la investigación, la formación y la colaboración. Está conformado por BBVA, The Boston Consulting Group, Divina Seguros, Fundación “la Caixa”, Fundación UNIR, Fundación CODESPA, Fundación KPMG, IESE Business School, Open Value Foundation, y Sener. Además, cuenta con la colaboración de Arquia Banca y Fundación Areces.
Más información: www.crecimientoinclusivo.org