Quiero destacar en este artículo de opinión, la importancia de tener definido un Propósito, tanto en el ámbito personal como en el profesional. Es fundamental como ser humano, el tener claro un propósito de vida, son muchas las personas que, desde muchos ámbitos de la sociedad, su propósito de vida, es ayudar a los demás.
Es muy loable destacar la gran labor de muchas personas que dedican su tiempo libre en trabajar en el ámbito asociativo a través del voluntariado, destinando muchas horas familiares a colaborar con asociaciones sociales, culturales, deportivas o educativas. Ese es un ejemplo claro de impulso de la sociedad civil a través del voluntariado altruista, generado mejores oportunidades a otras personas, un propósito de vida que comparto plenamente.
El Propósito también es un valor emergente en el ámbito de las empresas, principalmente en las Pequeñas y Medianas Empresas – Pymes, siendo necesario abrir un proceso participativo para definir o redefinir el propósito de estas organizaciones, adaptándolo en primer lugar, a las personas y, en segundo lugar, a conocer el ecosistema donde se mueven las propias empresas, siempre desde un dialogo abierto con los diferentes stakeholders.
Hasta ahora, son muchas las empresas que han comunicado su misión, visión y valores, pero en momentos donde los cambios van muy rápidos, es necesario generar una perspectiva a largo plazo donde es clave definir el propósito, porque es fundamental para tomar nuevas decisiones en las empresas y, sobre todo, para planificar el futuro estratégico.
El otro aspecto importante en el ámbito empresarial, es conocer y definir el Ecosistema donde interactúa la organización, donde se debe estar muy atento a la evolución de los cambios tecnológicos, sostenibles, la generación de nuevas megatendencias, la evolución de la Industria 4.0, la conectividad, tendencias en los nuevos modelos de movilidad, etc.
Para tener una buena posición y de esta forma el poder atender las demandas y necesidades del mercado, es clave un dialogo permanente y abierto con los diferentes grupos de interés, principalmente con las personas y los clientes, porque y así lo vengo definiendo en varios artículos, para que todo este proceso sea un éxito, necesitamos de nuevos liderazgos que escuchen todavía más y que estén basados en los principios de la humildad.
Un nuevo modelo de gestión que oriente la cultura de la empresa hacía un pensamiento más humanista y que refleje el nuevo contrato social que es necesario en momentos donde necesitamos más talento en las organizaciones, generando un nuevo papel de las personas que forman parte de ellas.
Para finalizar este artículo, me gustaría definir el Propósito, como la carta de presentación de la empresa sostenible y moderna del Siglo XXI, todo un elemento que requiere de un proceso creativo, innovador y a su vez, diferenciador.
Miguel Luis Lapeña Cregenzán, Microinfluencer en #Sostenibilidad #RSC y #ODS