La UE fue la primera economía líder en poner en marcha su agenda de gobernanza internacional de los océanos y en comprometerse en lograr unos océanos seguros, protegidos, limpios, saludables y gestionados de forma sostenible. El Pacto Verde Europeo ha destacado la importancia de fomentar el papel de la UE como líder mundial en la gobernanza de los océanos para que la UE siga desempeñando un papel activo a la hora de contribuir a los objetivos mundiales de sostenibilidad.
La Comisión Europea ha dado a conocer la agenda renovada de la UE sobre la gobernanza internacional de los océanos, proponiendo medidas para lograr unos océanos protegidos, limpios y gestionados de forma sostenible. Con esta política, la UE confirma su papel activo en la gobernanza internacional de los océanos y su compromiso de reforzar la ejecución de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas y su objetivo de desarrollo sostenible n.º 14, sobre la vida submarina.
La nueva agenda desempeña un papel importante en el cumplimiento de la parte azul del Pacto Verde Europeo. Con antelación con respecto a la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (del 27 de junio al 1 de julio de 2022, en Lisboa) y la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CP15) (del 5 al 17 de diciembre de 2022, en Montreal) y con la propuesta de la Comisión sobre objetivos jurídicamente vinculantes para recuperar los ecosistemas, incluso los marinos, la UE demuestra su firme compromiso en favor de los océanos.
La gobernanza internacional de los océanos consiste en que gestionemos juntos los océanos del mundo y sus recursos de manera que sean sanos y productivos, en beneficio de las generaciones actuales y futuras.
El océano y el cambio climático están estrechamente interrelacionados: el océano y sus ecosistemas son esenciales para regular el clima y, al mismo tiempo, se ven gravemente afectados por el cambio climático. Por lo tanto, las acciones en los ámbitos del océano y del clima deben ir de la mano. Un paso positivo en este sentido es la decisión de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, adoptada en la COP26 en Glasgow, de mantener un diálogo anual sobre el océano y el cambio climático para reforzar las acciones encaminadas a la adaptación de los océanos al cambio climático y la mitigación de sus efectos sobre ellos.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas alertó sobre los efectos del cambio climático en los océanos. La absorción de dióxido de carbono (25 % de las emisiones humanas de CO2) y el exceso de calor (el 90 % del exceso de calor mundial es consecuencia del efecto invernadero) provocan la acidificación y el calentamiento de los océanos, lo que da lugar al aumento del nivel del mar, al blanqueo del coral, a condiciones meteorológicas extremas, estratificación, desoxigenación, zonas muertas y cambios en la productividad biológica y en la distribución de especies y hábitats.
El Grupo hizo hincapié en la necesidad de reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y de llevar a cabo acciones de adaptación sostenidas y sólidas. Es esencial combinar acciones en todos los ámbitos, en el océano y en tierra, adoptando al mismo tiempo un enfoque coordinado para abordar cuestiones interconectadas relacionadas con el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación.
La Unión ha consolidado la neutralidad climática de aquí a 2050 en el Derecho de la UE, en consonancia con el Acuerdo de París, y se ha comprometido a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de las actividades marítimas y a seguir progresando en la adaptación al cambio climático.
La Comisión ha propuesto una serie de medidas para velar por que el transporte marítimo de la UE contribuya a alcanzar este objetivo. Entre ellas se incluye una nueva norma sobre la intensidad de gases de efecto invernadero de la energía utilizada a bordo de los buques (FuelEU Maritime), la ampliación del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE al transporte marítimo y la revisión de las directivas existentes sobre fiscalidad de la energía, infraestructuras para combustibles alternativos y energías renovables.
A escala mundial, existe un marco reglamentario sobre la eficiencia energética de los buques nuevos y las medidas de eficiencia energética para los buques existentes entrarán en vigor en noviembre de 2022. La UE seguirá descarbonizando el sector pesquero para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, en particular explorando medidas de mitigación y estrategias y artes de pesca que reduzcan las emisiones y mejoren la eficiencia del uso de la energía. Esta cuestión ha adquirido aún más importancia en el contexto de la guerra actual en Ucrania.
Las soluciones basadas en la naturaleza también pueden contribuir a la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo mediante el aumento de la absorción y el almacenamiento de carbono, reduciendo los riesgos que afectan a las costas y ofreciendo otros muchos beneficios, como una mejor calidad del agua y una mayor resiliencia de los ecosistemas y las comunidades.
La UE tiene la voluntad de detener la contaminación de todo tipo, en particular la contaminación marina de origen terrestre. La contaminación marina por plásticos se ha multiplicado por diez desde 1980 y requiere una respuesta mundial.
Desde la adopción de su Estrategia sobre el Plástico en 2018, la UE ha impulsado la lucha contra la contaminación por plásticos a escala internacional a través de sus esfuerzos diplomáticos y dentro de la Unión. Además, participará activamente en las negociaciones mundiales para que se alcance un ambicioso acuerdo mundial jurídicamente vinculante sobre el plástico de aquí a 2024, tal como se acordó en la UNEA5, y seguirá trabajando en este sentido.
Para saber más: Gobernanza internacional de los océanos: Contribución de la UE a fin de fijar el rumbo para un planeta azul