Más del 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial proceden de la industria de la moda, la segunda más contaminante del planeta por detrás del petróleo y derivados. Es una de las industrias que más recursos consume, pero existen otras formas de fabricación más respetuosas con el medio ambiente. Brava Fabrics, empresa de moda sostenible y ética utiliza solo materiales producidos de forma sostenible, reduciendo el impacto ambiental generado en un 75% y el consumo de agua en casi un 90%.
La compañía, fundada en 2015 en Barcelona por Ramón Barbero e Iván Monells, nace con el objetivo de apoyar la transición ecológica de este sector desde la creatividad y la originalidad, apostando por prendas en las que desde los tejidos hasta los botones, pasando por las etiquetas y el packaging, cuentan con certificaciones que aseguran su mínimo impacto ambiental, pero en las que el diseño tiene un peso fundamental.
Ambos se conocieron en Esade, y como les gusta decir, fueron equipo antes que idea: funcionaban bien juntos y decidieron poner en marcha su propia empresa. Aficionados a la moda, se decantan por una marca de ropa masculina consciente, respetuosa y seria con el planeta, pero divertida para el usuario. Así nacen sus primeras camisas estampadas, muy coloridas, con un diseño muy icónico y característico.
Después, poco a poco van diversificando su estilo y su producción, y hoy cuentan con 27 categorías de productos tanto para hombre como para mujer. De hecho, el 70% de sus clientes son mujeres, aunque compran muchas prendas masculinas para regalar.
Su modelo de negocio consiste en diseñar prendas textiles que fabrican a través de su red de proveedores (la mayor parte de la producción se centraliza en Portugal) y luego comercializan. Aunque comenzaron vendiendo sus productos únicamente a través de Internet, pronto se dieron cuenta de que la clave del éxito era la omnicanalidad. Hoy, además de en su tienda online, sus productos se venden en 30 marketplaces como Amazon o Zalando, en 200 tiendas multimarca y en sus dos tiendas físicas de Madrid y Barcelona.
El resultado ha sido un modelo de negocio exitoso y una evolución muy positiva (con un crecimiento medio anual del 88% en ventas) que les ha llevado a vender sus productos en más de un centenar de países, con una presencia sólida en 11 mercados europeos.
España representa un 15% del negocio global. Son ya una empresa rentable, y en toda su trayectoria han facturado más de 13,5 millones de euros y vendido cerca de 200.000 prendas a 90.000 clientes. En 2021 vendieron 72.000 prendas y facturaron 3,6 millones de euros, y su previsión es cerrar el ejercicio actual con 5 millones de euros facturados.
Trazabilidad e impacto ambiental
Un aspecto que caracteriza a Brava Fabrics es la trazabilidad. Cada producto que comercializa dispone de un apartado en su web en el que se explica cómo y dónde ha sido fabricado, el camino recorrido desde su lugar de producción hasta las manos del cliente, y se garantiza tanto la sostenibilidad de los materiales utilizados como unas condiciones de trabajo justas durante toda su cadena de producción.
Además, la empresa tiene un acuerdo con la ONG Eden Reforestation Projects para compensar su propia huella de carbono mediante la plantación de árboles, y con Empower AS para recoger plástico de los océanos, actividades a las que la empresa destina una parte proporcional del importe de cada venta. De este modo, han recogido del mar una cantidad de plástico equivalente a unas 23.000 botellas y han plantado cerca de 40.000 árboles, con los que han compensado la emisión de 487.000 Kg de CO2.
Abierta ronda de financiación participativa con La Bolsa Social
Brava Fabrics se ha financiado hasta el momento mediante cinco pequeñas rondas de inversión que suman un total de 800.000 euros, además de a través de diferentes entidades bancarias y préstamos ENISA.
Ahora, la empresa ha abierto una nueva ronda de financiación participativa a través de La Bolsa Social (plataforma autorizada por la CNMV que conecta a inversores de impacto y empresas que generan un impacto social y/o medioambiental positivo), con la que espera conseguir 500.000 euros, y en la que cualquier persona interesada puede participar desde 1.000 euros. Se trata de una ronda de consolidación (ya tiene EBITDA positivo) y el capital se destinará principalmente a seguir reforzando sus canales de venta y optimizando sus procesos logísticos.