El sector agrícola representa casi el 70% de todas las extracciones de agua dulce en los países desarrollados, y más del 90 % en países por desarrollar. La Agricultura 4.0 y los avances tecnológicos será un motor indiscutible para la sostenibilidad.
Cuando hablamos de agua dulce y sus reservas, no debemos olvidar que el sector agrícola representa casi el 70% de todas las extracciones de agua dulce en los países desarrollados, y más del 90 % en países por desarrollar.
En cuanto a los dos tipos de agricultura, la situación según un estudio de la FAO (2018) arrojan los siguientes números.
El 80 % de la superficie agrícola corresponde a la agricultura de Regadío con una producción alimenticia de un 40% y el 20% de la superficie restante con una producción de un 60% es para la agricultura en Secano.
Con el aumento de población, se estima que en el año 2050 se superaran los 10.000 millones de persona ya sea en zonas urbanas como rurales y por lo tanto se deberá de producir un 70% más de alimentos de lo que actualmente se produce a nivel mundial.
Por lo que en líneas generales se deberá de incrementar hasta el 20% el uso del agua en la agricultura con la desgracia de que más de un tercio de lo que se produce no llegará a consumirse.
Por otro lado, se debe tener en cuenta que en la agricultura actual se utilizan muchos fertilizantes y pesticidas, cuyos lixiviados pueden causar la contaminación de las aguas deteriorando nuestros ecosistemas hídricos.
La Industria alimenticia es consciente de que poner en práctica la gestión sostenible del agua será esencial en el futuro para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenibles ODS de Naciones Unidas dentro de la Agenda 2030.
Para acelerar dicho compromiso no hay de otra manera que entrar en la tecnología e innovación proponiéndose modelos de cambio de una economía lineal a una economía circular de la gestión del agua.
Evidentemente; los cambios vienen dados por nuevos hábitos en la mentalidad y la legislación, sin ello, no podremos hacer una economía circular en la gestión del agua.
La mayoría de los Gobiernos según el Banco Mundial no invierte de manera adecuada en el mantenimiento de los sistemas de riego y drenaje. La falta de mantenimiento disminuye su rendimiento y obliga a realizar reparaciones constantes.
Evidentemente se abre un nuevo campo con carácter obligatorio para que las existentes alternativas como son las semillas mejoradas, siembra directa o con poca labranza, humectación y secado alternativo, intensificación sostenible del producto u otros sistemas,
Pero siempre pasará por la obligación de ajustar el abastecimiento del agua con el objeto de proporcionar servicios a pedido usando tecnología de la información como son los servicios de transformación digital, despliegues de soluciones IOT, Hardware as a Servicie, captación de datos con cámara, Scadas, base de datos, ERPs, sensores de monitoreo en humedad del suelo, satélites y drones.
Todo esto proporcionará una analítica de datos que nos dirá las necesidades precisas del medio para equilibrar con el medio ambiente nuestros recursos.
Aún más pasaríamos a tener el control y optimización de los recursos hídricos en la agricultura tan avanzados, que podríamos llegar a cumplir parte de los objetivos marcados en la Agenda 2030.
La Agricultura 4.0 será el motor indiscutible, acompañado por todos los avances tecnológicos harán sin duda que tomemos las decisiones más oportunas y cumplamos con todos los requisitos de sostenibilidad, sociedad y economía como base a esa economía circular que no tardará en llegar.
Empresas tecnológicas españolas, ya se están dejando ver en el mercado internacional dentro del sector agroindustrial, que sin duda serán las pioneras en implementar la transformación digital agraria, es una cuestión de tiempo.
Nacho Andrés, experto en sistemas de gestión del agua.
Fuentes consultadas. El agua en la agricultura (bancomundial.org)