La Val’Aran se encuentra en pleno proceso de conversión de su modelo de turismo, apostando por un modelo más sostenible y respetuoso con el medio natural gracias a una inversión de 2,5 millones de euros proveniente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.

Nos encontramos en un momento en el que el medio natural está sufriendo cada vez más las consecuencias de la actividad humana. Una situación que ha provocado también un aumento en la conciencia ambiental de las personas y en la búsqueda de soluciones sostenibles para poder conservar nuestro entorno. En este contexto, la Val d’Aran ha puesto en marcha un programa de turismo sostenible que busca proteger el medio ambiente y promover el desarrollo económico y social de la zona.

“Pese a los avances y retos conseguidos, todavía es necesaria una actualización las competencias en materia de turismo y promoción económica del Conselh Generau d’Aran para poder llevar a cabo de manera efectiva este programa”, alerta, Maria Vergés, Sindica d’Aran y Secretaria General de Unitat d’Aran, quien recuerda que la última actualización del convenio que regula estas competencias data de 1997, lo que limita los recursos que se pueden dedicar y el ámbito competencial en el que se puede actuar.

Es por eso que la voluntad del gobierno del Conselh Generau d’Aran pasa por avanzar hacia un modelo de turismo que no solo respete al medioambiente, sino que también ayude a desarrollar estrategias innovadoras que permitan el equilibrio ambiental, territorial, económico y social. La importancia económica y social del turismo en la Val d’Aran es tal que hace que sea fundamental un esfuerzo conjunto para el desarrollo y beneficioso común.

Un destino inteligente y sostenible

Actualmente, la Val d’Aran ya está inmersa en un proceso de transición hacia un modelo de turismo sostenible, sustentado por el llamado Plan de Turismo Sostenible, impulsado por una inversión de 2,5 millones de euros proveniente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. “En este presupuesto se incluyen diversas actuaciones en materia de gobernación turística, propuestas de valor sostenible, competitividad y especialización, así como marketing y promoción sostenible”, detalla Vergés.

Dentro de estos ejes de actuación, destaca especialmente la intención de convertir la Val d’Aran en un destino turísticoa inteligente, en la que se promueva la movilidad sostenible y se controlen los accesos al medio natural. Asimismo, se contempla la diversificación de la oferta turística, la creación de nuevos productos adaptados y accesibles, y el fomento de nuevos sectores económicos.

“Además, se llevarán a cabo acciones de refuerzo de la identidad cultural de la zona, poniendo en valor su patrimonio histórico y cultural, la gastronomía y el comercio local. En definitiva, el objetivo de este Plan de Turismo Sostenible es convertir la Val d’Aran en una destinación turística verde, sostenible e inteligente, que apueste por la preservación del entorno natural y la potenciación de su patrimonio cultural”, detalla la Sindica.

Nuevos retos

Hasta ahora, la Val d’Aran ha puesto en marcha diversas iniciativas para promover el turismo sostenible. Una de las acciones más destacadas es el estudio y estrategia turística de ciclismo en la Val d’Aran, que busca posicionar a la región como una destinación de referencia en el sector de la bicicleta.

“Nuestro objetivo es establecer ocho sectores para BTT, con un total de 51 rutas señalizadas, así como ampliar la oferta en la modalidad de carretera con la señalización del Puerto de Portet”, comenta la experta. De modo complementario, se han establecido puntos de servicio para bicicletas en distintos municipios del territorio, y se ha implementado un nuevo sistema de ordenación de la oferta ciclista que permite a los usuarios seleccionar el recorrido que quieren hacer en función de su nivel técnico, dificultad y distancia del trayecto.

Del mismo modo, otra acción destacada es la regulación del acceso a las principales áreas de interés natural en la Val d’Aran para preservar estos parajes naturales y evitar su masificación, garantizando al mismo tiempo la seguridad y la mejora de la experiencia de los visitantes. También se busca promocionar entre los turistas otras zonas menos conocidas como alternativa a los puntos más emblemáticos y concurridos durante los meses de alta demanda para promover la identidad de la región y ofrecer experiencias turísticas más diversas y accesibles para los visitantes.

Foto: Femturisme.cat