Los Estados miembros de la UE gastan más de 48 000 millones EUR en la digitalización y transformación de los servicios y administraciones públicos mediante instrumentos como el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia y el Instrumento de Apoyo Técnico. Sin embargo, les quedan asignaturas pendientes como la participación social y la inclusión digital, además de la confianza y la seguridad en los servicios digitales.
La Declaración de Berlín, Firmada en diciembre de 2020, coloca los derechos fundamentales y los valores democráticos en el eje central de esta transformación digital, lo que ayudará a conseguir la prestación de servicios públicos digitales centrados en el ser humano al objeto de alcanzar los objetivos digitales fijados en la Década Digital de Europa para 2030. Además, poner en común los esfuerzos transformadores de los distintos Estados miembros incrementará la eficiencia, eficacia e interoperabilidad a menor coste, en consonancia con la propuesta de Ley sobre la Europa Interoperable, la Pasarela Digital Única y la Identidad Digital Europea.
La Declaración de Berlín parte de la base de la Declaración de Tallin sobre Administración Electrónica de 2017 y desarrolla aún más sus principios de colocación del usuario en el centro de la actuación, apostando por una transformación digital de Europa firmemente asentada en los valores democráticos y principios éticos.
Un marco para la sociedad digital
La Declaración de Berlín representa una apuesta por una sociedad digital que se asiente en los derechos fundamentales, los valores democráticos y una administración digital basada en valores, además de reafirmar el firme compromiso de Europa con la transformación digital y los valores europeos. Se centra en modelar una transformación digital centrada en el ser humano y en conseguir la interoperabilidad, en tanto que pieza clave para permitir la prestación de los servicios públicos digitales en la UE,marcando como objetivo la prestación telemática del 100 % de los servicios públicos básicos en la Unión Europea antes de 2030.
La Declaración de Berlín ayuda a hacer el seguimiento del Programa Estratégico de la Década Digital 2030 y de la relacionada Declaración Europea sobre los Derechos y Principios Digitales. Elaborado en el marco de la presidencia sueca del Consejo de la UE, este es el segundo informe sobre la aplicación práctica de la Declaración de Berlín, tras la publicación del primero en mayo de 2022.
Resume los avances conseguidos por los Estados miembros en la ejecución de las líneas de actuación marcadas por la Declaración de Berlín desde el año anterior y revela una tendencia positiva en la mayoría de las líneas de actuación, destacando lo siguiente:
- Los Estados miembros siguen implantando estrategias, proyectos y órganos de asesoramiento al objeto de promover los derechos fundamentales y los valores democráticos en la esfera digital. Han avanzado en la creación de plataformas para dar información y fomentar el debate sobre los derechos fundamentales.
- Los Estados miembros han introducido nuevas estrategias e iniciativas, como acciones formativas, destinadas a mejorar las habilidades y competencias digitales de sus ciudadanos. Con ello, contribuyen al empoderamiento y a la alfabetización digital de sus ciudadanos, siguiendo la línea marcada por la Comunicación de abril de 2022, «Atraer capacidades y talento a la UE».
- Los Estados miembros están implantando sistemas centrados en el ser humano y tecnologías innovadoras en el sector público, uno de los pilares fundamentales de la propuesta de Ley sobre la Europa Interoperable, con el objetivo de que la interoperabilidad se pueda desplegar a mayor escala en las administraciones públicas europeas.
Sin embargo, los avances logrados por los Estados miembros han sido más modestos en cuanto a la mejora de la participación e inclusión sociales, y les queda trabajo para reforzar la confianza a través de la seguridad en la esfera digital.
En el informe se detallan las conclusiones desglosadas por país y se recogen muchos ejemplos de buenas prácticas para los responsables políticos, las empresas y los ciudadanos.