
La agricultura biodinámica existe desde hace 100 años; en 1924 se convirtió en pionera del movimiento ecológico. Hoy, el compromiso con el suelo sano y los alimentos sanos también significa un impulso salutífero en lo social. La agricultura biodinámica es practicada tanto por pequeños agricultores como en grandes explotaciones biodinámicas.
En 1924, un grupo de agricultores pidieron a Rudolf Steiner que les enseñase métodos para mejorar la agricultura. En aquella época, se hizo evidente que los fertilizantes sintéticos nitrogenados tenían un efecto contaminante para el suelo. Este fue el punto de partida de la agricultura biodinámica, el primer método de agricultura ecológica con certificación: el sello de Demeter. Hoy, los agricultores Demeter cultivan una superficie de 230.000 hectáreas en 65 países.
La agricultura biodinámica proviene de dos términos griegos: “bios”, vida y “dynamis”, fuerza. Un calificativo que describe un tipo de agricultura que tiene un enfoque holístico acorde con las energías que crean y mantienen la vida. Uno de sus principales aspectos es la consideración de los ritmos cósmicos en la producción vegetal y la cría animal, por ejemplo siguiendo el calendario lunar en las cosechas.
Otra característica es la fabricación de abonos orgánicos con el objetivo de respetar y asegurar la salud de la tierra y las plantas y procurar una nutrición sana para los animales y el ser humano.
Los estudios demuestran que la agricultura biodinámica refuerza la resistencia de los ecosistemas agrícolas. El desarrollo continuo de suelos sanos y fértiles favorece la diversidad del paisaje y la resistencia de las plantas frente a los agentes patógenos. El cuidado de la relación entre la vaca nodriza y el ternero mejora el bienestar animal.
Ensayos científicos, como los realizados por el Instituto de Investigación de Agricultura Ecológica de Suiza (FIBL), demuestran que la agricultura biodinámica contribuye a mitigar los efectos del cambio climático al reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y retener el dióxido de carbono en el suelo (ensayos DOK). Los pequeños agricultores de Egipto, por ejemplo, aprovechan este hecho vendiendo certificados de emisión, dentro del estándar de certificación ‹Economy of Love›.
El proyecto de compostaje de Binita Shah en la India, que comenzó en 2020, ha dado a unos 50.000 pequeños agricultores una perspectiva para su trabajo agrícola. Los huertos urbanos biodinámicos de Rosario (Argentina) y los huertos escolares biodinámicos, como el de Mbagathi (Kenia), ofrecen a personas en condiciones humildes un acceso independiente a alimentos sanos. En Filipinas, el proyecto ‹Koberwitz 1924 Inc.› está sentando bases de autosuficiencia.
En el año de su aniversario, 2024, la agricultura biodinámica explora el potencial de su práctica centenaria.
Libro (en alemán) Rudi Bind, Ueli Hurter: Biodynamisch! Geburtsstunde der biodynamischen Landwirtschaft am Ausgangspunkt der Ökobewegung [!Biodinámico! El nacimiento de la agricultura biodinámica en el origen del movimiento ecológico], editorial Verlag am Goetheanum, 2023.
Más información: Goetheanum Foto: Blog Café Saula
