El mundo del vino es un universo fascinante, pero como cualquier otra industria, enfrenta sus propios desafíos. En 2023, la comunidad vitivinícola mundial experimentó una caída significativa en la producción de vino, marcando la producción más baja desde 1961, según destacó el director general de la OIV – Organización Internacional de la Viña y el Vino , John Barker, durante la presentación del informe anual sobre «Actualidad de la Coyuntura del sector vitivinícola mundial en 2023». ¿Qué nos llevó a esta situación?
Las condiciones climáticas extremas y las enfermedades fúngicas fueron los principales culpables de este revés en la cosecha. Los viñedos de todo el mundo se vieron afectados, lo que resultó en una producción de vino históricamente baja de 237 millones de hectolitros. Esta disminución del 10% con respecto al año anterior es un recordatorio poderoso de la vulnerabilidad de la agricultura frente a los caprichos de la naturaleza.
Además de los desafíos naturales, el sector vitivinícola enfrentó presiones inflacionistas que aumentaron los costos de producción y distribución. Este aumento se tradujo en precios más altos para los consumidores, afectando su poder adquisitivo y llevando a un descenso del 2,6% en el consumo mundial de vino.
Esta situación nos insta a reflexionar sobre la importancia de la innovación y la sostenibilidad en la viticultura. La diversificación de variedades, prácticas agrícolas sostenibles y la adopción de tecnologías avanzadas pueden ayudar a mitigar los riesgos asociados con los cambios climáticos y las enfermedades. Es primordial que los productores minimicen su huella de carbono, conserven la biodiversidad y promuevan la salud del suelo.
Desde una perspectiva económica, la sostenibilidad debe garantizar la viabilidad a largo plazo de las operaciones vitivinícolas. Como he comentado anteriormente, los aumentos en los costos de producción y distribución, intensificados por las presiones inflacionistas, pueden amenazar la rentabilidad de los productores y dificultar su capacidad para mantenerse a flote en un mercado competitivo. Se debe promover una cadena de suministro justa y equitativa, que valore adecuadamente el trabajo de todos los actores involucrados, desde los agricultores hasta los distribuidores y minoristas.
En el ámbito social, la sostenibilidad implica cultivar relaciones sólidas y significativas con las comunidades locales y los trabajadores del sector. Asegurar condiciones laborales justas, promover la diversidad y la inclusión, y apoyar el desarrollo económico y cultural de las regiones vitivinícolas son aspectos fundamentales para fomentar una industria vibrante y próspera. La colaboración entre todos, desde los productores hasta los consumidores, es esencial para abordar estos retos y construir un futuro sostenible para la industria que todos podamos disfrutar y apreciar.
Finalmente, nosotros, los consumidores, también podemos aportar con nuestro granito de arena a que este sector, tan importante para nuestra economía, pueda aguantar los embates en estos tiempos difíciles. Aparte de consumir vino, como lo hacemos habitualmente, una forma interesante de apoyarlo es participando del enoturismo.
Actualmente existe un auge de las ofertas enoturísticas. Este crecimiento ha sido impulsado por una combinación de factores, como el aumento en el interés por la cultura gastronómica y el enfoque en la producción artesanal, así como una mayor disponibilidad de información y recursos sobre destinos vinícolas. Visitar las bodegas, realizar catas de vino y recorrer los viñedos, es otra forma de contribuir directamente a la economía del sector, y no solo ayuda a los productores a mantenerse a flote, sino que también fomenta la diversidad en la industria, promoviendo prácticas más sostenibles y responsables. Incluso compartir nuestras experiencias en las redes sociales o mediante reseñas en línea, contribuye a promocionar las bodegas, atrayendo a más turistas y potenciales clientes.
Celebremos la pasión y la dedicación que impregnan cada botella de vino, y creemos entre todos un futuro en el que el sector vitivinícola florezca en armonía con nuestro planeta y nuestra economía.
¡Salud!
Xavier Pires, Director General de SociedaddelVino.org y Consultor de Comunicación.