Hace unas semanas participé un año más en el MyT Summit que se celebra en la ciudad de Palma organizado por AnySolutions y liderado por Dolores Ordoñez. La temática de debate escogida para esta edición fue Convivencia. La directora del evento mencionó en su intervención que esta materia se decidió en el 2024, justo al término de su cuarta convocatoria. Esa afirmación cortaba de raíz cualquier interpretación de oportunidad, dados los acontecimientos vinculados con el turismo ocurridos en diferentes ciudades españolas en las semanas previas al evento.
Quiero avalar la visión y el coraje de la organización para liderar con intención constructiva este debate. Desde mi punto de vista, los problemas que no se abordan no sólo no desaparecen, sino que se acrecientan. Es de agradecer también que en este encuentro participaran todas las administraciones públicas: Ayuntamiento, Consell, Govern Balear y Delegación de Gobierno.
De una manera u otra, todos hablaron de:
1. Responsabilidad para la sostenibilidad social. Fomentar el entendimiento “para sentirnos visitados, no invadidos”.
2. Trabajar en un nuevo modelo que potencie la prosperidad local y una experiencia única y propia de cada territorio. Se mencionó en varias ocasiones la palabra “limitación”.
3. Se habló de cambiar el enfoque de la promoción “del marketing a la ética”, para construir un relato de reposicionamiento y “nueva reputación de marca” totalmente alineada con la nueva directiva de la Unión Europea sobre eco-postureo.
4. Economía del entorno y regenerativa. Cuidar del territorio y gestionar los recursos naturales y a las personas.
5. Cambiar la mirada. Cambiar la manera de medir el éxito. Todos “queremos que la industria turística siga siendo un activo fundamental y entre todos ayudar a esta transformación, evolución, para protegerla y generar convivencia”.
Todos somos residentes y turistas. Todos jugamos un papel importante en este proceso de transformación o evolución del sector.
El turismo forma parte de cada uno de nosotros. Todos somos residentes y turistas. Todos jugamos un papel importante en este proceso de transformación o evolución del sector. Y creo que debemos establecer un dialogo de confianza entre los residentes, las empresas, los trabajadores y las instituciones públicas, entre otros. Abrazar el diálogo con los valores del territorio como eje fundamental de la convivencia. Empezar a pensar que en el momento en el que nos encontramos, el bien común y el ODS17 sobre alianzas, a pesar de ser el último, es fundamental para ponernos en marcha.
Dejarme compartir una experiencia empresarial de la que formé parte y en la que gracias al diálogo y al trabajo en equipo no sólo se consiguió la mejora de cada una de las partes implicadas sino la de proteger la reputación de una marca importante para todos: la de Barcelona. En el 2018, pertenecí al grupo de trabajo de BCN-A-PUNT. Una iniciativa liderada por la Dirección General de Aviación Civil española que sentó a toda la cadena de valor del sector (aeropuerto, controladores aéreos y aerolíneas) a buscar sinergias para mejorar la operativa en el aeropuerto de la Ciudad Condal.
Básicamente allí debíamos acudir con la intención de:
- Escuchar a cada uno de los integrantes, sus necesidades y, en ocasiones, también sus quejas
- Buscar sinergias de mejora de manera constructiva y colaborativa por el bien de cada una de las instituciones o empresas representadas
- Pensando en las necesidades individuales, pero entendiendo que sólo conseguiríamos nuestros objetivos si lo haciamos primero como equipo: por nuestras empresas, por nuestros clientes y por la reputación de Barcelona.
El resultado fue que la operativa del verano del 2019 en el aeropuerto de El Prat obtuvo una mejora de la puntualidad de casi 10 puntos porcentuales, teniendo en cuenta que en ese año se incrementó hasta un 5% los pasajeros transportados.
Trabajar en equipo con convencimiento, comunicar en positivo y mirar hacia adelante.
Somos conscientes que deberíamos haber tomado alguna decisión diferente en el pasado. En el año 1972, Donella Meadows presenta el informe Los límites del crecimiento (The Limits to Growth) en cargado por el Club de Roma al Massachusetts Institute of Technology (MIT) y en el que participaron hasta 17 expertos.
Ya en ese informe la biofísica y científica ambiental adviertía que “si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante los próximos cien años”. En 1992 se publicó una nueva versión “Más allá de los límites del crecimiento” donde ya se dejaba constancia que nuestra sociedad había superado los límites del planeta para sostener a la población.
Sin embargo, ahora es el momento de confiar los unos en los otros. De entender las dificultades de cada uno, también de las empresas y su reto de transformación. Debemos pensar entre todos cómo nos ayudamos para adaptarnos a este proceso que puede ser más duro según el entorno. Todos jugamos un papel. Las personas, además del planeta, son lo más importante, sobre todo los colectivos vulnerables.
Ese es el gran reto de nuestro tiempo. Escojamos entre todos el camino correcto y comuniquémoslo en positivo y con determinación. Y puede que no todo salga a la primera, sepamos adaptarnos al cambio de rumbo, aprendamos de esos momentos y sigamos juntos hacia adelante.
Creo en la sostenibilidad, creo en las empresas y creo en las personas. Seguimos.