La renaturalización urbana es una tendencia en auge que plantea transformar la planificación urbana, integrando en el diseño medidas de resiliencia y adaptación al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad gracias a las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) tanto en las zonas urbanas, como en las periurbanas y rurales.
El calentamiento global, que provoca el aumento de las temperaturas y las olas de calor, además de otros desastres naturales, son fenómenos cada vez más alarmantes que comprometen la seguridad de toda la población, especialmente de los más vulnerables, al no tener la misma capacidad de adaptación y de movimiento geográfico.
La falta de infraestructuras verdes y azules que puedan actuar como sumidero de calor (Mokhtari, y otros, 2022; Shishegar, 2014), y la construcción masiva de edificios y carreteras en las ciudades españolas contribuyen a la formación de lo que se conoce como “isla de calor urbana” (ICU), zonas urbanas en las que la temperatura es significativamente más alta que en las áreas circundantes.
Algunas ciudades, como Madrid y Barcelona, tienen expuesto a casi el 80% de la población a más de 1°C
con respecto a las zonas de los alrededores y más del 10% de las muertes que ocurren durante el periodo estival pueden ser atribuidas a los efectos de las ICU (Iungman, y otros, 2023). El 30% de esas muertes podrían evitarse aumentando la cubierta arbórea del espacio urbano hasta un 30%.
La investigación propuesta sobre soluciones a las ICU en las ciudades españolas es necesaria para cumplir con los compromisos adquiridos por el gobierno español en materia de sostenibilidad y cambio climático con la Agenda 2030.
La evaluación de las soluciones más adecuadas y eficaces para reducir las islas de calor puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas en las ciudades, reducir la demanda de energía requerida para mantener unas condiciones mínimas de climatización (heating y cooling) en los edificios y mitigar los efectos del cambio climático.
¿Qué es la renaturalización urbana?
La renaturalización es un enfoque en la gestión ambiental que busca restaurar los procesos y ecosistemas naturales en áreas que han sido alteradas o degradadas por la actividad humana, como pueden ser la restauración de ríos y arroyos, la reforestación de áreas deforestadas, la creación de humedales y la reintroducción de especies nativas. El máximo objetivo es recuperar los procesos ecológicos y los servicios de los ecosistemas, mejorar la calidad del aire y del agua, así como la biodiversidad y la conectividad entre los hábitats naturales.
La priorización de espacios destinados a vehículos motorizados ha generado diversas problemáticas en la vida urbana, como la reducción de espacios para los peatones y la consecuente disminución del ancho de las aceras. Este hecho ha llevado a la implementación de medidas drásticas, como la tala de árboles para dar cabida a las infraestructuras viales, lo cual ha impactado negativamente en la calidad del aire y en
la biodiversidad en las ciudades.
La renaturalización urbana es una tendencia en auge que plantea transformar la planificación urbana, integrando en el diseño medidas de resiliencia y adaptación al cambio climático y a la pérdida de biodiversidad gracias a las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) tanto en las zonas urbanas, como en las periurbanas y rurales.
Con este nuevo enfoque de renaturalización dejamos atrás la compartimentación de nuestras ciudades y las zonas verdes dejan de ser puntos dispersos para formar una red, conectando todo el espacio urbano, recuperando espacio para las personas y favoreciendo que la naturaleza forme parte de nuestra vida diaria.
Así, se crean hábitats para la fauna y la flora con un ecosistema más equilibrado y la ciudadanía
podemos aprovechar las externalidades positivas: obtenemos un beneficio psicológico, pues la presencia de naturaleza mejora la salud mental (Cox, y otros, 2017), un beneficio ambiental, porque los servicios ecosistémicos nos brindan la polinización, la creación de suelo , la eliminación de contaminantes atmosféricos, la disminución del calor ambiental o la filtración de agua.
En definitiva, podríamos resumir las Soluciones Basadas en la Naturaleza (SBN) como intervenciones basadas en la naturaleza, necesarias para hacer frente a los desafíos de sostenibilidad y resiliencia, tales como la escasez de recursos, inundaciones y riesgos de calor y degradación de ecosistemas causados por procesos de urbanización y el cambio climático. Se trata de un concepto que abarca un amplio abanico de terminología que se ha estado utilizando durante los últimos años y que incluiría, por ejemplo, Silvicultura urbana, infraestructura verde y azul, o adaptación basada en ecosistemas.
Para saber más: Informe de la Fundación renovables.