La crisis climática afecta negativamente la salud mental y aumenta el riesgo de mala salud para las personas que ya viven con problemas de salud mental. Por el contrario, las acciones climáticas (como las estrategias de adaptación y mitigación del cambio climático) crean oportunidades para apoyar a la buena salud mental. La Agenda Global de Investigación y Acción Connecting Climate Minds, describe las áreas prioritarias para la investigación sobre el clima y la salud mental, destacando la necesidad de desarrollar un campo transdisciplinario.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático señala con un nivel de confianza muy alto que “el cambio climático ha afectado negativamente la salud mental de las personas en las regiones evaluadas”.
El cambio climático expone a millones de personas a fenómenos meteorológicos y climáticos más frecuentes y severos. Estas experiencias, como el calor extremo y las inundaciones, pueden empeorar los problemas de salud mental existentes y contribuir a la aparición de otros nuevos. El cambio climático
también desestabiliza rápidamente las condiciones necesarias para una buena salud mental, por ejemplo, al impulsar la inseguridad alimentaria y del agua, la migración forzada y la interrupción del acceso al tratamiento de los problemas de salud mental.
La inadecuada acción climática también pueden conducir a una serie de respuestas psicológicas, como la angustia climática. Si bien en general son reacciones sanas y racionales a la vida en medio de la crisis climática, estas respuestas pueden empeorar o contribuir a los problemas de salud mental de algunas personas.
La Agenda Global de Investigación y Acción Connecting Climate Minds está principalmente dirigida a ayudar a los investigadores y a los financiadores de la investigación a generar evidencia para los tomadores de decisiones y mejorar las políticas dirigidas a las personas que viven con las consecuencias del cambio climático en el terreno de la salud mental. También proporciona una estrategia para implementar y traducir la investigación en acción apelando tanto a la formulación de las políticas públicas, como a los profesionales, los educadores y la sociedad civil.
La agenda de investigación propone prioridades en cuatro categorías de alto nivel identificadas como áreas de necesidad crítica de investigación. Algunos pueden haber sido investigados previamente en algunos entornos (pero no en otros), y otros reflejan experiencias de Connecting Climate Minds para las que actualmente hay poca o ninguna evidencia de investigación.
El desarrollo de esta agenda destacó la necesidad permanente de establecer criterios comunes en la investigación sobre el clima y la salud mental. Esto incluye el desarrollo de conceptos clave, métodos y métricas apropiados, y el aprendizaje de los conocimientos y prácticas existentes en todas las disciplinas y culturas. La implementación de esta agenda requerirá la adaptación de las preguntas de investigación a los contextos locales y la consideración de las vulnerabilidades y fortalezas únicas de los diferentes grupos de población; su experiencia y liderazgo deben estar en el centro de la investigación.
La agenda de acción presenta cinco componentes clave en la visión sobre el clima y la salud mental, que incluyen:
1-Mejorar la infraestructura, capacidad, métodos y datos de investigación para apoyar enfoques transdisciplinarios, inclusivos y comparables para la investigación sobre el cambio climático y la
salud mental.
2-Enfoques inclusivos, no extractivos y cocreativos.
3-Entornos políticos y de formulación de políticas integrados sobre el clima y la salud mental que permitan políticas, prácticas y marcos integrados sobre el clima y la salud mental.
4-Conciencia de los impactos del cambio climático y la salud mental entre los actores clave (por ejemplo, investigadores, financiadores de la investigación, encargados de la formulación de políticas, profesionales, educadores y la sociedad civil) y qué acciones pueden tomar para comprender mejor estos impactos y responder a ellos.
La interdependencia entre clima y salud mental
No es una novedad reconocer la interdependencia entre la salud y la estabilidad de los entornos en los que vivimos y nuestra propia salud física y mental. Las culturas y las prácticas curativas de todo el mundo, incluidas las de muchas comunidades indígenas, han arraigado desde hace mucho tiempo una comprensión de la naturaleza inseparable de la salud de las personas y la tierra o el territorio.
Para saber más: Connecting Climate Minds Foto: El Barril de Newton