
British Standards Institute (BSI), en colaboración con Waterwise, ha publicado el informe anual ‘Sedientos de cambio’, que incluye los resultados del ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024’, uno de los estudios de referencia a nivel global sobre el uso del agua a escala nacional. Esta investigación analiza la disponibilidad, uso, riesgo y desperdicio del agua. Los resultados muestran un incremento general de la inseguridad hídrica.
Según la investigación, España es, entre los países analizados, el país que más ha empeorado su posición en relación con la seguridad hídrica. Con una puntuación de 26 sobre 35 (cuanto más elevada, mayor riesgo), solo Sudáfrica (30 puntos), Turquía (28), China, Chipre, India, Macedonia del Norte y Estados Unidos (27) registran peores datos que España.
De los 7 indicadores que componen el índice, España empeora en cuatro de ellos respecto del año anterior. Así, las causas principales de este deterioro son el decrecimiento del volumen máximo teórico anual de agua disponible per cápita; la escasez de agua, puesto que se consume más agua que el total de recursos renovables de agua dulce existentes; el precio del agua en relación con el PIB per cápita; y una disminución de la eficiencia en el uso del agua. Los tres indicadores restantes, que miden la aridez del territorio, el consumo per cápita y la pérdida de agua en la red de distribución, se mantienen idénticos a 2023.
Este aumento de la inseguridad hídrica es especialmente preocupante a la luz de los problemas de escasez de agua a los que se han enfrentado algunas regiones de España en los últimos años, con las reservas de agua en cuencas internas y embalses bajo mínimos.
Especialmente alarmante fue la declaración de emergencia por sequía en Cataluña en febrero de 2024, que sufre la sequía más intensa desde que hay registros. Las restricciones al consumo de agua impuestas por las administraciones públicas catalanas para hacer frente a este problema también han contribuido al deterioro de algunos indicadores, con el consiguiente empeoramiento del resultado agregado de España.
La inseguridad hídrica, al alza
El ‘Indicador de Seguridad y Soluciones Hídricas 2024‘ muestra que, durante los últimos 12 meses, no se ha producido ninguna mejora en la seguridad hídrica en 31 de 41 países. Entre los estados que han registrado un mayor riesgo relacionado con la gestión del agua se encuentran Turquía, Macedonia del Norte, Países Bajos y Bélgica. En Asia, China, India y Japón.
A nivel global, destaca la situación de elevado riesgo hídrico de India y China. Ambos estos están bajo un estrés hídrico importante, a causa de los bajos niveles de las reservas de agua renovable disponible per cápita y altos niveles de utilización. La investigación también pone de manifiesto que ambos países podrían empeorar debido a los escasos esfuerzos para mitigar el cambio climático.
Solo se aprecian mejoras en la seguridad hídrica en ocho países, entre ellos Suecia, Suiza, Eslovenia y Noruega.
Según las previsiones, la demanda mundial de agua crecerá en torno al 1%, es decir, 400.000 millones de m3 al año. Sobre esta base, los nuevos cálculos muestran que el mundo podría añadir 1.268 m3 de demanda de agua por segundo, lo que equivale a una piscina olímpica cada 2 segundos.
La percepción en torno a la inseguridad hídrica
El estudio combina datos públicos con encuestas internacionales a más de 9.300 personas para evaluar cómo se percibe la inseguridad hídrica en algunos de estos países, encontrando una preocupante desconexión entre la realidad del desafío, la comprensión pública de su gravedad y la acción necesaria para cambiar la situación.
El 60% de los encuestados reconocen que la seguridad del agua es un problema mundial importante, mientras que el 3 de cada 4 (76%) identifican la sequía en su país como un problema. Sin embargo, menos de la mitad (45%) entienden que abordar la seguridad hídrica es tan importante como combatir el cambio climático.
Asimismo, los datos de la encuesta sugieren la existencia de diferencias entre la realidad del reto de la seguridad hídrica mundial y la comprensión pública de la magnitud del problema. El 74% afirma tener confianza en el suministro de agua dulce de su país. Esta cifra incorpora los resultados de India (85%), Australia (82%) y Estados Unidos (73%). Sin embargo, estos países enfrentan retos significativos, mientras avanzan poco en las soluciones.
De forma positiva, más de la mitad de las personas (53%) cree en la necesidad de actuar, afirmando que es importante que los individuos tomen medidas para reducir el despilfarro y promover la seguridad del agua.
Puedes descargar el informe completo aquí.