Nueva Zelanda encabeza por tercer año consecutivo el Índice Hinrich-IMD de Comercio Sostenible 2024 (STI) seguida del Reino Unido en segundo lugar y Australia en el tercero. El Índice mide en qué medida el comercio contribuye a unos resultados económicos, sociales y medioambientales mutuamente beneficiosos y equilibrados entre 30 economías mundiales.
El índice apunta tres tendencias en el comercio mundial: reestructuración proteccionista, resiliencia de la mano de obra, y sostenibilidad medioambiental vinculada a la legislación. Los países que lideran el comercio sostenible buscan conciliar estas exigencias aparentemente opuestas a través del pensamiento innovador, la voluntad de adaptación y un enfoque integrado.
Nueva Zelanda (primera) conserva su primer puesto por tercera edición consecutiva y lidera el conjunto de datos medioambientales. El Reino Unido también mantiene su segunda posición por tercer año consecutivo. Sin embargo, obtiene peores resultados que en 2023 en el conjunto de datos económicos. Australia (tercera) ha subido dos posiciones desde el año pasado. Su mayor avance se produce en el conjunto de datos medioambientales.
Según Arturo Bris, director del Centro de Competitividad del IMD, “creemos que el comercio es un motor de la competitividad económica nacional, pero también debería ser un medio para alcanzar objetivos económicos, sociales y medioambientales globales. También somos conscientes de que la cooperación es clave para obtener resultados que redunden en una mayor prosperidad mundial. Nuestros resultados de este año ponen de relieve cómo las políticas proteccionistas están reconfigurando el flujo mundial de bienes y servicios. El seguimiento de las barreras arancelarias y no arancelarias al comercio ha puesto de relieve la creciente complejidad y fragmentación del panorama comercial mundial”.
La edición 2024 del Índice Hinrich-IMD de Comercio Sostenible apunta tres tendencias
Tendencia 1. Una reestructuración proteccionista del panorama comercial mundial. Los países recurren cada vez más a la política industrial como parte de sus esfuerzos por aumentar la resiliencia, independientemente de si es sostenible a largo plazo.
El aumento de las tensiones geopolíticas ha llevado a muchas economías a adoptar políticas con dos objetivos principales: en primer lugar, proteger y fortalecer las industrias nacionales al tiempo que se reduce la dependencia de las importaciones y, en segundo lugar, garantizar la disponibilidad de productos intermedios y construir cadenas de suministro más resistentes.
Tendencia 2: Aumentar la resiliencia de la mano de obra repercute en el comercio mundial. Una mano de obra resiliente facilita la recuperación de las crisis externas al permitir a las empresas recalibrar las cadenas de suministro, diversificar la oferta de productos, explorar nuevos mercados y mejorar la productividad. La resiliencia de una economía requiere, según los resultados del informe, una mano de obra sana, formada y no explotada.
Tendencia 3: Mejorar la sostenibilidad medioambiental al tiempo que se potencia el comercio. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, adoptados por todos los Estados miembros de la ONU, establecen una agenda ambiciosa y a veces contradictoria que debe alcanzarse en tan solo seis años.
La sostenibilidad exige atención, pero esconde una trampa: abordar el cambio climático a menudo requiere intervenciones reguladoras, mientras que el comercio mundial se fortalece con menos barreras y regulaciones.
Otras conclusiones importantes del Índice Hinrich-IMD de Comercio Sostenible 2024 son:
El comercio mundial está cada vez más determinado por normativas proteccionistas, con las que las economías favorecen políticas que refuerzan las industrias nacionales y aseguran las cadenas de suministro. Este giro hacia la política industrial, dirigido a crear resiliencia económica, marca una tendencia a largo plazo, que se traduce en la fragmentación del sistema de comercio mundial.
Abordar la resiliencia climática es una tarea compleja porque afrontar el cambio climático a menudo requiere intervenciones reguladoras, mientras que el comercio mundial se fortalece si existen menos barreras. La aparición de acuerdos climáticos y comerciales que promuevan el comercio de bienes y servicios medioambientales podría equilibrar el doble objetivo de fomentar el libre comercio y abordar al mismo tiempo el cambio climático.
Algunas economías de rango medio han mostrado un progreso constante o estabilidad en los últimos tres años (2022-2024). Entre ellas destaca Tailandia, que ha subido tres puestos en el STI desde 2022 hasta alcanzar el puesto 12 este año, mientras que Vietnam ha ascendido seis puestos y Chile se ha mantenido estable en el puesto 11 a lo largo de los tres años.
El Índice mide 72 datos, clasificados en tres «pilares»: económico, social y medioambiental, considerados por los investigadores como los ejes principales del comercio sostenible. Representan el crecimiento económico, el bienestar de la sociedad y la gestión medioambiental, respectivamente. En esta edición se ha introducido en el pilar social un nuevo indicador que mide la cobertura sanitaria universal (CSU), procedente del Observatorio Mundial de la Salud (GHO por sus siglas en inglés).
Para más información, visite www.imd.org hinrichfoundation.com | STI 2024