Recientemente por parte de la Red Española del Pacto Mundial se ha presentado el balance de los 9 años de implantación de los Objetivos de Desarrollo Económico – ODS, bajo la perspectiva de acelerar la Agenda 2030 entre las empresas y en base a cinco áreas de acción.
Siempre he defendido en mi primer libro y en todas las publicaciones que he realizado sobre los valores de la Agenda 2030, que el papel de las empresas y especialmente el de las Pymes son claves para el impulso de los 17 ODS y más, en momentos geopolíticos convulsos como los que nos toca vivir.
Las cinco áreas de acción que plantea la Red Española del Pacto Mundial son la igualdad de género, la acción por el clima, el salario digno, la resiliencia del agua y las inversiones y finanzas, siempre desde un punto de vista de la ambición climática y generando oportunidades para las empresas, todo ello, con un único objetivo, la urgencia de pasar a la acción para minimizar los efectos negativos del cambio climático.
Las empresas pueden impulsar un liderazgo de contribución empresarial a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, principalmente por el cumplimiento del ODS8 Trabajo Decente y Crecimiento Económico y, por otro lado, porque cada vez más, los directivos impulsan liderazgos sostenibles y circulares, alineados con el concepto amplio de la palabra sostenibilidad, con un claro objetivo de posicionamiento empresarial y de mejora de la reputación.
Otro de los desafíos de impulso de la Agenda 2030, es el papel de la administración publica y su liderazgo de generar una verdadera alianza de colaboración con el ámbito privado, ese es uno de los puntos clave del éxito del ODS17 Alianzas para conseguir los objetivos, es decir, definir un marco regulatorio impulsado por la colaboración público – privada y que evite en todo momento una excesiva carga burocrática.
Los ODS como elementos de objetivos estratégicos en el ámbito empresarial, deben ser una oportunidad para la creación de nuevos espacios de dialogo y de generación de oportunidades de talento, ya que la formación, es esencial en el impulso de los nuevos valores sostenibles y circulares que la propia sociedad demanda y principalmente por los grupos de interés con los que se relacionan las empresas.
El propósito de las empresas ha de pasar por generar nuevas oportunidades sostenibles, para ello, son clave el impulso modelos de inversión sostenibles, y lo más importante, implementar de manera transversal un nuevo concepto de gobernanza, más ética y transparente, alineada con los criterios ambientales y sociales.
Uno de los retos de las empresas es la internacionalización, para conseguir estos objetivos y abrir relaciones comerciales en nuevos mercados, son clave los Objetivos de Desarrollo Sostenible, todo ello, ligado al reporte bajo los criterios ESG, aspecto de impulso de una gobernanza abierta y sostenible.
Son muchos los retos que nos quedan para mejorar la salud del Planeta, pero con los valores y objetivos de la Agenda 2030 y el compromiso del sector empresarial, aunque es verdad que no se esta avanzando todo lo rápido que debiéramos, es esperanzador el gran ejemplo de buenas practicas que se vienen lanzando desde el ámbito empresarial en materia de aplicación y desarrollo de los ODS.
El tiempo de actuar es ahora. La sostenibilidad ya no es una opción, es el único camino viable hacia un futuro común.
Miguel Luis Lapeña Cregenzán, Embajador Europeo por el Pacto Climático. Ex Alcalde de la Ciudad de Fraga (Huesca)

