
El camino hacia la descarbonización del sector aeronáutico va avanzando hacia una aviación comercial más sostenible. Esta es una de las conclusiones del informe La sostenibilidad medioambiental en el sector aeronáutico, adenda 2024, que acaba de lanzar el Colegio Oficial de Ingenieros Aeronáuticos de España (COIAE), y que recoge los avances en el camino hacia la sostenibilidad producidos durante el pasado año.
El informe identifica avances importantes en la producción y utilización de combustible de aviación sostenible (SAF), que permiten ser optimistas cara al cumplimiento de los compromisos regulatorios del paquete FIt for 55. Así mismo, se ha progresado de forma significativa en la implantación de mecanismos regulatorios y compensatorios, como la regulación Refuel/EU Aviation, EU ETS y CORSIA. Mientras, en la descarbonización de los aeropuertos, Aena ha adelantado su compromiso de descarbonización en 10 años.
Por otro lado, las áreas en las que se centran los esfuerzos de desarrollo, que no tienen que ver con el uso de nuevos combustibles, están bien definidas: mejoras en aerodinámica (alas más eficientes); mejoras operativas (cielo único europeo); y nuevas motorizaciones (openrotor). Además, destaca el informe, se mantiene los esfuerzos en la aviación eléctrica, la aviación hibrida y las pilas de combustible.
El 2024 fue un año complejo en el camino hacia una aviación comercial sostenible. Si, por una parte, se continuó con desarrollos regulatorios, tecnológicos e industriales para alcanzar los hitos de descarbonización, por otra se vivieron retrocesos como los problemas económicos de diversas compañías a la vanguardia de la aviación sostenible.
Otros hechos producidos tienen que ver con una cierta racionalización de las iniciativas empresariales para la descarbonización de la aviación en base a nuevas tecnologías, con una disminución de actores y proyectos en liza, a medida que se acerca el objetivo de la entrada, así como en la consolidación de áreas tecnológicas en las que centrar los esfuerzos de desarrollo.
Asimismo, el documento del COIAE subraya el convencimiento de que la propulsión por hidrogeno (H2) requerirá de un horizonte mayor del inicialmente considerado, y que el desarrollo de baterías con mayor densidad energética, necesarias para hacer viable las operaciones comerciales eléctricas no parece que podrán estar disponibles en las fechas inicialmente previstas.
A pesar de esto, a nivel nacional, 2024 fue un año de progreso en el campo de la descarbonización de la aviación. Además de los numerosos proyectos industriales aquí expuestos, también se constató la ampliación de iniciativas, como la Alianza por la Sostenibilidad del Transporte Aéreo en España, o en el ámbito de investigación universitaria.
Apoyo político y financiero, más necesario que nunca
La necesidad de un mayor empuje político y financiero para seguir la senda de la sostenibilidad en la aviación se hace aún más imprescindible, con una creciente constatación de los efectos del calentamiento global, que incluso podrían estar afectando directamente a la aviación con el incremento, en frecuencia e intensidad, de las turbulencias durante el vuelo.
En este aspecto, la Unión Europea mantiene un claro papel de liderazgo con la promoción de proyectos tecnológicos, mandatos para la gradual introducción de combustibles sostenibles, mejoras en la eficiencia del control aéreo o, también importante, manteniendo una vigilancia en el cumplimiento de la regulación de compensación de emisiones en Europa, y en la veracidad de los logros anunciados por actores de la industria aeronáutica. Pero a pesar de ello, hay que ir más rápido e invertir en empuje político y recursos financieros.
Informe completo en La sostenibilidad medioambiental en el sector aeronáutico, adenda 2024