Europa ha descubierto de nuevo de forma abrupta la necesidad de recuperar una política inteligente sobre materias primas críticas. Si …

Europa ha descubierto de nuevo de forma abrupta la necesidad de recuperar una política inteligente sobre materias primas críticas. Si …
La Comisión Europea ha presentado un amplio paquete de medidas dirigidas a mejorar la carga administrativa, los controles, la aplicación, la respuesta a las crisis y las necesidades de inversión del sector. Esta iniciativa forma parte de un esfuerzo de simplificación más amplio en consonancia con la Brújula de Competitividad de la UE y apoya la competitividad, la resiliencia y la digitalización del sector agrícola, así como, en particular, de los jóvenes agricultores y los agricultores ecológicos.
La Comisión Europea ha adoptado hoy el plan de trabajo 2025-2030 para el Reglamento sobre diseño ecológico de productos sostenibles y el Reglamentosobre etiquetado energético. El plan proporciona una lista de productos a los que debe darse prioridad para introducir requisitos de diseño ecológico y etiquetado energético en los próximos cinco años. Esto fomentará productos sostenibles, reparables, circulares y eficientes desde el punto de vista energético en toda Europa, en consonancia con el Pacto por una Industria Limpia y la Brújula de la Competitividad.
En un contexto geopolítico tan complejo como el actual, necesitamos recurrir a la palabra sosiego para reconstruir una nueva arquitectura, un nuevo modelo de gobernanza que impulse la colaboración público-privada para generar estrategias innovadoras basadas en la economía verde, principalmente con la economía circular, de la cual soy un firme defensor y sobre todo, generando oportunidades en el desarrollo de la innovación y el ecodiseño.
La UE empieza a sentar las bases de una política de promoción de vivienda asequible y sostenible. Para ello, se está generando una incipinente alianza paneuropea entorno a algunos gobiernos locales y nacionales, agentes públicos y privados e instituciones europeas como la Comisión Europea y el BEI. El objetivo es impulsar un Plan Europeo de Vivienda Asequible y catalizar la financiación necesaria involucrando instituciones y bancos nacionales así como instituciones financieras internacionales.
La descarbonización de nuestras economías es uno de los puntos críticos para la lucha contra la crisis climática. Los países desarrollados han hecho avances en los últimos años, en particular con la apuesta por la generación energética con renovables. Sin embargo, queda pendiente encarrilar la descarbonozación de los países del Sur Global mediante una transición justa. Algo que solo se puede hacer con la colaboración de la comunidad internacional.
En los últimos años, la Unión Europea (UE) ha liderado la regulación y las políticas en sostenibilidad. Sin embargo, el panorama global ha cambiado y la complejidad de los nuevos marcos normativos europeos ha suscitado preocupaciones sobre su impacto en la competitividad.
Según la última encuesta del Eurobarómetro, el apoyo a la política agrícola común (PAC) de la UE ha alcanzado un máximo histórico. El nivel de sensibilización de la opinión pública sobre la PAC se encuentra en su nivel más alto desde 2007, y el 78 % de los encuestados afirma que conoce la política agrícola común de la UE. Más del 70 % de los encuestados está de acuerdo en que la UE, a través de la PAC, está cumpliendo su papel de proporcionar alimentos seguros, saludables y sostenibles de alta calidad.
Exiten cuatro tipos diferentes de ciudades en el continente europeo: ciudades compactas de alta densidad, ciudades abiertas de baja altura y densidad media, ciudades abiertas de baja altura y baja densidad y ciudades verdes de baja densidad. Un estudio muestra que las ciudades compactas de alta densidad de Europa tienden a tener una peor calidad del aire, pero sus emisiones de carbono per cápita fueron significativamente menores que en las ciudades verdes de baja densidad.
Un grupo de organizaciones sociales, de cooperación para el desarrollo, sindicales y ecologistas han solitado al gobierno una reforma fiscal progresiva y verde. Abogan por unas nuevas reglas fiscales europeas y avanzar hacia un marco de responsabilidad fiscal del dinero público para una economía más justa y resiliente al servicio de las personas y el planeta.