El teletrabajo no favorece la igualdad al apartar a las personas de los puestos de trabajo y por tanto de la toma de decisiones, siendo de facto perjudicial para la carrera de las mujeres.

El teletrabajo no favorece la igualdad al apartar a las personas de los puestos de trabajo y por tanto de la toma de decisiones, siendo de facto perjudicial para la carrera de las mujeres.