La Unión Europea ha adoptado un enfoque ambicioso para enfrentar el cambio climático con políticas que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, promover energías limpias y asegurar una transición justa hacia una economía baja en carbono. La combinación de estas políticas crea un enfoque integral, desde la mitigación y reducción de emisiones hasta la adaptación y la financiación verde desde diferentes sectores, como la energía, el transporte, la construcción y la biodiversidad. Todas ellas son esenciales para lograr la neutralidad climática en 2050 y asegurar un futuro sostenible para Europa.
