La aprobación del Pacto para el Futuro representa un acuerdo global y un compromiso histórico para dar respuesta a los desafíos más urgentes actuales. Es una evolución de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y supone un compromiso renovado para abordar los desafíos globales con mayor urgencia y ambición para combatir las crisis emergentes como el cambio climático, la desigualdad digital y las tensiones geopolíticas.
