La Comisión ha facilitado orientaciones a los Estados miembros sobre la ejecución y la coordinación de la política fiscal para el próximo año. Estas orientaciones coinciden en el tiempo con los debates sobre el futuro marco de gobernanza económica. En general, las políticas fiscales en 2024 deben garantizar la sostenibilidad de la deuda a medio plazo y fomentar un crecimiento sostenible e inclusivo en todos los Estados miembros.
